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5 recomendaciones para prevenir lesiones en la piel de niños durante el verano
La piel de los niños es más vulnerable a los efectos del sol. Para protegerla, se debe evitar exposiciones prolongadas, usar bloqueador correctamente, mantenerse hidratado, optar por ropa clara y utilizar repelente de insectos.
Para muchos, el verano es sinónimo de diversión, días en la playa y momentos de relajo. Sin embargo, según el Senamhi, las altas temperaturas en la costa y sierra del país podrían alcanzar niveles aún más elevados durante el próximo mes, lo que incrementaría el riesgo de lesiones en la piel. Este impacto sería mayor en los niños, quienes son más propensos a sufrir quemaduras solares, lesiones micóticas, picaduras de insectos, sudamina, entre otras afecciones.
La piel infantil se caracteriza por ser particularmente sensible, ya que su sistema de defensa se encuentra aún en desarrollo. Además, estudios revelan que entre el 50% y 80% del daño solar es producido durante la infancia y adolescencia, lo que incrementa el riesgo de cáncer de piel en la edad adulta. Ante este panorama, Jene Atanacio, oncólogo pediatra de La Positiva Seguros, comparte cinco consejos para cuidar a los más pequeños.
- Evita exposiciones solares prolongadas: Es importante limitar la exposición al sol, en especial durante las 10:00 a.m. y 4:00 p.m, cuando la radiación UV es más intensa. Ante ello, se sugiere buscar sombra o utilizar sombrillas y proteger a los niños con gorros de ala ancha y gafas de sol adecuadas.
- Utiliza bloqueador solar correctamente: Se debe aplicar el protector solar entre 20 a 30 minutos antes de la exposición y replicarlo cada dos horas, sobre todo si el niño ha estado en contacto con el agua o sudor. Además, se sugiere elegir uno con factor de protección solar (FPS) de 50 o superior, libre de filtros químicos y con cobertura contra los rayos UVA y UVB. Cabe recordar que, aunque algunos productos indican ser aptos desde los 0 meses, lo más recomendable es evitar el contacto directo con el sol antes del primer semestre de vida.
- Mantén una hidratación adecuada: El calor intenso puede deshidratar rápidamente a los niños, volviendo su piel más susceptible a quemaduras y otras lesiones. Por esta razón, es fundamental que beban líquidos de forma regular, evitando refrescos azucarados. Asimismo, se recomienda el consumo de frutas y verduras con un alto contenido de agua, como la sandía y el pepino.
- Opta por ropa de colores claros: La vestimenta también puede ayudar a combatir los daños del sol. En los días más calurosos, lo mejor es vestir a los niños con ropa ligera, holgada y de colores claros, preferentemente de algodón, para permitir que la piel respire y se mantenga fresca.
- Utiliza repelente de insectos: Las altas temperaturas también aumentan el riesgo de picaduras, por lo que se aconseja emplear repelente al aire libre. En zonas endémicas, es preferible elegir uno que contenga DEET, un ingrediente que protege eficazmente contra los mosquitos y determina el tiempo de efectividad. En esa línea, la Academia Americana de Pediatría recomienda que su concentración no supere el 30%, ya que en niveles altos puede causar irritación. Como alternativa, aunque con menor eficacia, existen repelentes con icaridina o aceites esenciales.
Finalmente, es necesario destacar que los tratamientos pueden variar según la patología diagnosticada. Ante cualquier consulta o inquietud, se aconseja acudir siempre a su médico de cabecera.