El número de personas infectadas con viruela del mono continúa en aumento en nuestro país. Por ello, es importante que la población mantenga las debidas medidas de higiene como lavado de manos con agua y jabón, distanciamiento físico, uso adecuado de mascarilla y no compartir vasos ni cubiertos, a fin evitar el incremento de contagios.
Este virus se propaga a través de la saliva, sangre de lesiones cutáneas, llagas, úlceras en boca, fluidos corporales y contacto directo con personas enfermas, refiere el doctor Julio Cachay, infectólogo de la Clínica Ricardo Palma, tras explicar que sus síntomas son: fiebre, cefalea, dolor muscular, escalofríos, falta de energía, ganglios inflamados y erupciones.
“Las erupciones tienden a concentrarse en la cara, palmas de las manos y plantas de la piel. Primero son pápulas, luego vesículas (bolsas llenas de líquidos), después costras que se secan y caen”, señala el especialista. La mayoría de las veces la sintomatología se trata en casa; sin embargo, en casos aislados puede complicarse.
La infección tiene un periodo de incubación de 6 a 16 días y puede durar hasta 21 días, por lo que se recomienda mantener aislado al paciente durante este tiempo. En casa, hay que separar vasos, cubiertos, ropa de cama y toallas, baño (si es posible), así como, maximizar las medidas de higiene y desinfección. El uso de mascarilla y guantes descartables es fundamental para evitar la propagación del virus.
¿Qué es la viruela de mono?
Es una enfermedad causada por el virus de la viruela símica. Es una zoonosis, es decir, una afección trasmitida de animales a seres humanos. Aunque también puede propagarse de persona a persona. Sus síntomas son parecidos a la viruela, no es grave, pero sí incómoda.
El tratamiento consiste en disminuir los síntomas y si se diagnostica a través de 4 pruebas: muestra de sangre, muestra costras, hisopado de lesiones e hisopado nasofaríngeo. Si sospecha que puede haberse contagiado, acuda al centro de salud más cercano.