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9 Cosas que debemos saber sobre la leche materna
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Revista S & F
1 agosto, 2022
La lactancia materna es clave en los primeros 1000 días de vida porque favorece el desarrollo integral del ser humano, no sólo en esta etapa sino para toda su vida futura. Se recomienda desde que nace hasta pasados los dos años de edad. Cuerpo-mente y emoción del bebé son potenciados y fortalecidos, gracias al amamantamiento. Asegura nutrición excelente y completa, pero también previene el sobrepeso y obesidad en la niñez, con lo cual disminuye el riesgo de padecerlos en la vida adulta. La pediatra y neonatóloga Sarah Vega de la Clínica Ricardo Palma y consultora internacional de Lactancia Materna nos explica 9 cosas que debemos saber sobre dar de lactar.
- El calostro también llamado ‘oro líquido´, por su color amarillento, es altamente inmunológico. Se considera la primera vacuna para el bebé. Es un concentrado de defensas (anticuerpos) que la madre trasmite a su bebé durante los primeros 2 o 3 días después del parto. Pasado este tiempo, elabora la leche de transición y luego la madura que continúa confiriendo protección contra muchas enfermedades.
- El contacto de piel con piel de la mamá con el recién nacido es vital para establecer una relación positiva y recíproca entre ambos Debe hacerse inmediatamente después que nace el niño y durante por lo menos una hora, porque facilita el inicio exitoso de la lactancia materna y prolonga su duración.
- La lactancia materna debe ser exclusiva hasta los primeros 6 meses de vida del bebé, después hay que continuar dándole pecho y alimentos complementarios apropiados. Entre los 12 y 23 meses de edad, la leche materna sigue siendo alimenticia y protectora, es capaz de aportar la tercera parte de los requerimientos nutricionales y calóricos del pequeño.
- Si se le ofrece al recién nacido pecho con frecuencia -de 9 a 10 veces, en 24 horas- la producción de leche aumentará día a día.
- Los niños alimentados con fórmulas son menos inteligentes que aquellos que reciben exclusivamente pecho. Está demostrado que los amamantados alcanzan cocientes intelectuales mayores que los bebés de fórmula (3 puntos, en promedio). Además tienen un mejor crecimiento físico, intelectual, social y emocional. Sufren menos maltrato infantil.
- Los bebés alimentados con fórmulas tienen más probabilidades de sufrir sobrepeso y obesidad, en comparación con los niños amamantados. Esto incrementa el riesgo de que desarrollen enfermedades no trasmisibles durante la infancia y adultez como diabetes, hipertensión arterial, entre otras.
- La leche materna protege el esmalte de los dientes del bebé siempre que éste se alimente solo con pecho. La leche de vaca o las fórmulas tienen sustancias que propician las caries.
- La leche materna puede durar hasta 5 días en la parte baja de la refrigeradora, cuando se mantiene en un recipiente previamente hervido y con tapa. En las refrigeradoras que tienen congeladora con puerta separada duran 3 meses y en las congeladoras a menos 19°C hasta 6 meses. Se debe almacenar en bolsas especiales estériles o frascos con tapa que deben rotularse con la fecha en que se extrajeron para usar siempre las que tengan mayor antigüedad. Almacenar 3 o 4 onzas en cada recipiente, pues la capacidad del estómago de los bebés que lactan es pequeña y así no se desperdicia. El proceso de descongelamiento se recomienda que sea lento: la noche anterior se saca de la congeladora a la parte baja del refrigerador y el mismo día se coloca al medio ambiente para completar el proceso y entibiarla al baño maría para proporcionarla al bebé de preferencia con un vasito y no con biberón.
- La lactancia no solo favorece al niño; también a la madre. Reduce el riesgo de que sufra de cáncer de senos y ovarios, diabetes tipo II, depresión postparto, quema calorías, entre otros beneficios. Es importante saber que a mayor duración de la lactancia el riesgo se reduce más.