Especialista en nutrición señala la importancia de la alimentación saludable y la higiene para la prevención de enfermedades en escolares.
Desde la Unidad de Salud Pública de la Municipalidad de San Borja, en coordinación con las autoridades de las instituciones educativas del distrito, se desarrollan charlas informativas dirigidas a los padres y madres de familia, con la finalidad de fortalecer los conocimientos y habilidades para la preparación de alimentos saludables, que contribuyan en el bienestar de los estudiantes. Durante la sesión, los participantes atienden sus consultas y manifiestan su compromiso en seguir participando de dichas actividades, al ser una oportunidad de mejora y aprendizaje.
«La lonchera pre-escolar permite reponer nutrientes consumidos durante las horas de estudio. Asimismo, proporciona al menor los requerimientos necesarios para crecer y desarrollarse adecuadamente, permitiendo continuar con las actividades educativas. Es importante resaltar que la lonchera no reemplaza al desayuno, ni a otro tiempo de comida», indica la licenciada Milagros Hinostroza, nutricionista de la Gerencia de Red Integrada de Salud de la Municipalidad de San Borja.
Agregó que una lonchera debe aportar aproximadamente entre 200 y 250 kilocalorías y debe componerse por un alimento energético (pan, papa, choclo, yuca, camote, aceitunas, palta); un alimento formador (queso, pollo, atún, huevo, yogurt, sangrecita); y un alimento regulador (frutas y verduras de diferentes colores). Asimismo, debe incluir una bebida (agua pura o refrescos naturales de frutas).
Además, la licenciada Hinostroza recomienda no incluir salsas como mostaza o mayonesa en el refrigerio, así como evitar alimentos industrializados (gaseosas, snacks o golosinas) porque pueden causar sobrepeso u obesidad, lo cual conlleva a la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, entre otros. Por ello, es indispensable leer la etiqueta de cada producto y revisar si presenta los octógonos negros en la envoltura, ya que ellos indican si existe exceso de azúcar, sodio, grasas trans o grasas saturadas.
Asimismo, añade que es fundamental que los niños realicen un correcto lavado de manos con agua y jabón -por al menos 20 segundos y utilizando la técnica adecuada- antes y después de consumir sus alimentos, después de jugar, ir al baño o acariciar a sus mascotas. De esta manera, se previenen enfermedades gastrointestinales y la infección con diversos virus.
“Para preparar una lonchera se debe tener en cuenta la edad del niño, el tiempo que permanece en la institución educativa, el nivel de actividad física, así como sus preferencias», concluye la licenciada Hinostroza.