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¿Qué son los golpes de calor y cómo evitarlos?
Los cambios climáticos mundiales tienen consecuencias severas para las poblaciones, tal como actualmente lo venimos experimentando en el norte de nuestro país. Los mayores efectos negativos para la salud se observan en los niños y en los ancianos, así como en la población económicamente más vulnerable; sin recursos económicos las dificultades son mayúsculas para menguar estos daños.
Las altas temperaturas que experimentamos pueden originar en nuestro cuerpo una alteración metabólica severa que puede llegar a ser mortal, esta entidad patológica se denomina sincope de calor o comúnmente conocida como golpe de calor. En realidad, es una verdadera emergencia médica y se debe tratar tan pronto como se diagnóstica, pues la tasa de mortalidad llega al 70% en la mayoría de las series de investigación.
En 1997 y 1998, se presentó el Fenómeno del Niño en el norte del Perú, entonces, se presentaron varios casos de niños afectados con hipertermia seguidos de fallas multisistémicas con alta mortalidad; episodios similares se presentaron el Lima y fueron reportados en el Hospital Cayetano Heredia cuando se registraron temperaturas de 35°C a medio día. Muchos niños pertenecientes a poblaciones socioeconómicamente desfavorecida acudieron con cuadros febriles sugerentes de esta patología.
El golpe de calor se caracteriza por un incremento de la temperatura central del cuerpo por encima de los 40°C que no cede a los antipiréticos ni a los medios físicos y una disfunción neurológica que puede incluir: delirios, convulsiones y coma, todo ello asociado a una historia previa de exposición al clima muy caliente y húmedo. La falta de tratamiento oportuno lleva a complicaciones graves e incluyen la falla renal aguda, falla de las funciones del hígado, colapso cardiovascular, alteraciones hidroelectrolíticas, coagulación intravascular y falla orgánica múltiple.
El cuerpo humano cuenta con sistemas precisos de equilibrio metabólico, llamado homeostasis, esta autorregulación nos permite vivir con temperaturas constantes en el interior de nuestro cuerpo; así, en periodos de frío ambiental, el cuerpo responde tiritando para ganar calor y disminuyendo la circulación sanguínea periférica para no perder calor.
Nuestra población, en especial las madres, deben tener conocimiento que esta grave enfermedad es prevenible. Al respecto, el Dr. Franklin Saavedra Idrogo, docente de Clínica Quirúrgica de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT), nos brinda unas medidas sencillas que pueden ser aplicadas en casa:
– Evite la exposición al sol durante las horas más calurosas del día y son entre las 11:00 am y las 16:00 horas.
– Vista ropas ligeras, holgadas y transpirables de preferencia colores claros que reflejan la radiación.
– Cúbrase la cabeza con sombreros de ala ancha.
– Si tiene que trabajar bajo el sol, alterne periodos de descanso en la sombra y beba bastante líquido.
– Durante el intenso calor, no espere tener sed para beber agua, prefiera zumos fríos y evite las bebidas alcohólicas porque deshidratan.
– Trate de permanecer en habitaciones ventiladas y si el sol ingresa, debe cubrir las ventanas.
– Los alimentos que consuma deben estar refrigerados, limpios y frescos.