La enfermedad de las mil caras: tres datos que necesitas conocer sobre la esclerosis múltiple
En la actualidad no se ha encontrado una cura para esta enfermedad, sin embargo, los tratamientos se centran en el control de la inflamación durante las crisis, la preservación de la calidad de vida y la prevención de complicaciones.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica y degenerativa que afecta el sistema nervioso central, y en Perú se estima que aproximadamente siete de cada 100 mil personas la padecen. Esta condición se caracteriza por una respuesta autoinmune que daña las células productoras de mielina, esenciales para el funcionamiento adecuado del sistema nervioso.
Los síntomas de la EM son diversos e incluyen alteraciones visuales, entumecimiento, hormigueo, mareos, problemas de equilibrio, disfunción sexual y cambios emocionales. Ante la presencia de estos signos, es importante que un neurólogo evalúe al paciente para determinar si están relacionados con la EM u otras causas. En algunos casos, se pueden realizar pruebas como resonancias magnéticas para evaluar el estado de los nervios afectados.
Para el Dr. Pedro Mendoza, docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad Norbert Wiener, es importante generar conciencia sobre esta enfermedad, por ello comparte tres datos relevantes:
Afecta a cualquier persona. Aunque es más común en mujeres jóvenes de 20 a 40 años, puede manifestarse en cualquier etapa de la vida. Esta enfermedad presenta un curso impredecible y puede variar en su gravedad.
Promover una vida saludable. Alentar a las personas con EM a llevar un estilo de vida activo, que incluya ejercicio aeróbico, ejercicios mentales y una dieta rica en fibra, es crucial para su bienestar. El Dr. Mendoza subraya la importancia de mejorar la calidad de vida de los pacientes y abordar tanto los síntomas físicos como los emocionales.
Alentemos a las personas afectadas. Es fundamental respetar la autonomía de las personas afectadas, brindándoles apoyo sin invadir su espacio. La incertidumbre, la depresión, la fatiga y los diferentes niveles de discapacidad causados por la EM impactan directamente en la calidad de vida. Por ello, es necesario contar con el apoyo familiar y fomentar que el paciente tome el control de su tratamiento, adoptando hábitos saludables y evitando el consumo de tabaco.
El especialista señala que aunque no existe una cura para la EM en la actualidad, los tratamientos se enfocan en controlar la inflamación durante las crisis, preservar la calidad de vida y prevenir complicaciones. Estos enfoques terapéuticos pueden incluir el uso de antiinflamatorios esteroides, medicamentos biológicos y fisioterapia, adaptados a las necesidades individuales de cada paciente.