Infancia en emergencia: ¿Cuál es el costo de no invertir en los niños peruanos desde temprana edad?
- Perú está lejos de alcanzar la meta propuesta para reducir la desnutrición crónica infantil en el Bicentenario. Solo en 10 años, se redujo 6%.
Perú enfrenta un desafío: garantizar un desarrollo integral y equitativo para sus niños y niñas en sus primeros años de vida. A pesar de los esfuerzos, el país aún está lejos de alcanzar la meta de reducir la desnutrición crónica infantil a un 5% para el Bicentenario, esta supera actualmente el 11,5% y mantiene un incremento sostenido, según datos del INEI.
Según Fredy Torres, miembro de Copera Infancia, esta brecha refleja la urgencia de redoblar esfuerzos para priorizar la primera infancia como pilar fundamental del desarrollo nacional. Así, agrega que, en una década, la desnutrición crónica infantil sólo disminuyó 6,6 %, y no hubo una variación significativa en estos años. De acuerdo con el INEI, la prevalencia de desnutrición crónica en niños menores de 5 años es mucho mayor en el área rural (20,3%) que en el área urbana (8,1%), siendo la brecha de 12,2%.
“El 90% del cerebro se desarrolla en los primeros cinco años de vida, determinando las capacidades cognitivas y el potencial futuro de los niños. La inversión en esta etapa no solo promueve el desarrollo individual, sino que también genera retornos sociales y económicos significativos”, sostiene.
En esa línea, Torres resalta que la distribución desigual del presupuesto compromete la efectividad de las políticas en primera infancia. Precisamente, cerca del 80% del gasto se concentra en actividades reactivas, mientras que solo el 20% se dedica a la prevención, de acuerdo con el II Informe de Progreso de Políticas Primera Infancia, realizado por Copera Infancia. Esto destaca la necesidad de reorientar los recursos hacia intervenciones tempranas para asegurar el desarrollo integral desde los primeros años de vida y así tener más resultados más efectivos a largo plazo.
“Si no priorizamos esta etapa no solo perdemos la oportunidad de asegurar un futuro prometedor para cada niño, sino que también perpetuamos desigualdades socioeconómicas. Cada día que postergamos estas decisiones, comprometemos el desarrollo físico, mental y emocional de los niños, limitando sus oportunidades de crecimiento”, añade.
El especialista concluye que, para que el Perú pueda alcanzar sus metas y asegurar un futuro prometedor para sus niños, es imperativo que los gobiernos regionales y locales actualicen sus instrumentos de gestión (POI, PEI PDLC, PDRC) incorporando la atención de servicios priorizados que contribuyan al alineamiento de las políticas y acciones efectivas, priorizando una inversión adecuada y una coordinación intersectorial entre los sectores de salud, educación, vivienda, seguridad y protección social.