En Perú, los problemas cardiovasculares representan un gasto anual de $900 millones
Esta enfermedad ocupa el tercer lugar en índice de mortalidad y afecta al 16% de los peruanos mayores de 20 años.
Las enfermedades cardiovasculares son responsables del 31% de las muertes a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y en Perú representan la tercera causa de mortalidad, afectando al 16% de los peruanos mayores de 20 años. Estas cifras reflejan la urgencia de tomar acciones preventivas y controlar los factores de riesgo que contribuyen a esta alta incidencia. En el marco del Día Mundial del Corazón, que se celebra cada 29 de septiembre, se busca concienciar a la población sobre la importancia de cuidar la salud cardiovascular.
En los últimos años, las enfermedades del corazón han mostrado una prevalencia sostenida en la población peruana. Afecciones como el infarto de miocardio, la angina de pecho, la hipertensión, la arritmia y la insuficiencia cardíaca se han vuelto comunes. Un estudio multicéntrico realizado en el país reveló que el 31.8% de los peruanos presentaba una salud cardiovascular deficiente, principalmente debido a factores como el sedentarismo y la mala alimentación.
Carga económica de los problemas cardiovasculares
Según explicó el Dr. Carlos Aliaga, miembro del Comité Médico de ALAFAL, además de las implicancias para la salud, las enfermedades del corazón tienen un impacto económico significativo. El tratamiento y monitoreo continuo de estas afecciones genera un alto costo tanto para los pacientes como para el sistema de salud. En Perú, los problemas cardiovasculares representan un gasto anual de $900 millones, lo que equivale al 2.1% del gasto sanitario total. Este escenario resalta la importancia de fortalecer las políticas de prevención y mejorar el acceso a tratamientos efectivos.
El Dr. Aliaga también resaltó que, aunque el tratamiento de las enfermedades del corazón ha avanzado en los últimos años, aún enfrentamos desafíos importantes en el acceso a medicamentos de última generación, especialmente en las instituciones públicas. «Es necesario que las autoridades del sector salud y las aseguradoras privadas trabajen en conjunto para garantizar que más pacientes puedan acceder a los tratamientos más avanzados, lo que podría reducir significativamente la mortalidad», comentó el especialista.
Prevención
El especialista advirtió que el 80% de los fallecimientos por infarto al miocardio se podrían evitar con detección temprana y cambios en el estilo de vida. En ese sentido, explicó que educar a la población sobre los riesgos y las medidas preventivas es fundamental. Adicionalmente, adoptar una alimentación balanceada, realizar actividad física diaria y reducir el consumo de tabaco y alcohol son medidas simples que pueden tener un impacto significativo en la reducción de las enfermedades cardiovasculares en nuestro país.
Finalmente, el Dr. Aliaga recomendó a la población seguir una serie de medidas para prevenir complicaciones cardíacas, tales como:
- Reducir el consumo de sal y realizar ejercicio regular de 30 a 60 minutos diarios.
- Realizar chequeos cardiológicos anuales para personas mayores de 50 años.
- Controlar los niveles de colesterol con una dieta rica en frutas, verduras, cereales y alimentos con alto contenido de vitaminas y minerales.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol y cigarrillos.
- Evitar situaciones de estrés a través de la meditación o, si es necesario, acudir a terapia con especialistas.