El peligro de las dietas
La falta de hierro podría traer graves consecuencias a la salud.
Nuestro cuerpo necesita de hierro y funciona a través del hierro; es importante para el transporte del oxígeno por todo nuestro cuerpo, además de participar en procesos como la oxigenación de las células. El hierro se encuentra también en las enzimas involucradas en nuestro metabolismo y en músculos… Indiscutiblemente es un elemento influyente para mantener nuestra salud y, claro está, vital para la vida.
Entonces, si las reservas de hierro en el organismo son bajas, ¿qué hacer si queremos bajar de peso sin disminuir el nivel de hierro en sangre? El hierro es necesario para el bienestar. Durante quince semanas y a los fines de realizar un estudio sobre la influencia de este mineral en el organismo, a un grupo de catorce mujeres con exceso de peso y en período pre menopáusico, se suministró una dieta de 1000 a 1200 calorías, o sea la mitad de lo que ingerían normalmente. Y, a pesar de que estaban recibiendo alrededor del doble recomendado para cada día, siete de estas mujeres sufrieron un descenso del nivel de hierro.
Antes de comenzar una dieta es aconsejable tener hierro de reserva. Por lo que debemos de ingerir buena cantidad de hierro en antes de dar inicio a una dieta reducida en calorías. Alimentos como el repollo, el brócoli, los porotos, arroz, pasta, cualquier tipo de pan, cereal enriquecido con hierro o mismo las carnes desgrasadas, son los mejores para proveernos.
Es aconsejable al menos ingerir 1200 calorías al día. Si la ingesta es de menos cantidad, no sólo podría hacerse más lento el metabolismo y, por lo tanto, el descenso de peso, sino también podría ocasionar un descenso en los niveles de hierro. Por esto último, hacer un análisis en el que se mida la cantidad de ferritina y de hemoglobina en sangre, es recomendable, dado que así se sabremos si está bajo o no el nivel de hierro.
Nuestros cuerpos son mecanismos y, no obstante, están animados por los modos en que pensamos respecto de ellos y, además, extrañamente influidos por las formas. El modo en que nos vemos a nosotros mismos determina nuestros límites. Del mismo modo que se tratase de una aventura amorosa, la relación mente- cuerpo es, en parte, el resultado de lo que hagamos respecto de ellos.