Alergias: ¿Por qué tu cuerpo reacciona así?

¿Te estornudan los ojos cuando está cerca una flor o tu nariz se convierte en una fuente incontrolable cuando hay polvo? Las alergias son mucho más comunes de lo que crees, y aquí te contamos por qué tu cuerpo hace todo un espectáculo de defensas cada vez que algo «extraño» se cruza en tu camino.

Las alergias son como ese amigo exagerado que reacciona de forma desmesurada ante las cosas más inofensivas. Imagina que tu cuerpo tiene un sistema de seguridad muy sensible, que confunde algo totalmente normal (como el polen, el polvo o los cacahuates) con una amenaza mortal. Este sistema de defensa, llamado sistema inmunológico, decide que debe atacar ese «enemigo», y lo que parece una pequeña molestia para otros, se convierte en una gran batalla dentro de tu cuerpo.

¿Por qué ocurren las alergias?

Todo comienza cuando tu cuerpo entra en contacto con una sustancia que, para la mayoría de las personas, es completamente inofensiva. Estas sustancias se llaman alergenos. Cuando tu sistema inmunológico detecta uno de estos, reacciona produciendo una serie de defensas, como anticuerpos, que pueden causar desde picazón hasta una reacción alérgica grave. Es como si tu cuerpo estuviera sobreprotegido, luchando contra un enemigo invisible que no es realmente peligroso.

Los síntomas más comunes

Las alergias pueden dar lugar a toda una serie de síntomas incómodos, dependiendo de lo que estés respirando, comiendo o tocando. Algunos de los más comunes incluyen:

• Estornudos incontrolables: Como si estuvieras protagonizando una competencia de estornudos.
• Nariz congestionada: Parecería que alguien decidió llenar tu nariz con cemento.
• Picazón en los ojos: Esos ojos rojos que se sienten como si estuvieras viendo el sol directamente.
• Erupciones en la piel: O como si tu cuerpo estuviera teniendo una fiesta de picazón.
• Dificultad para respirar: En casos más graves, esto puede volverse muy serio, como en las reacciones anafilácticas.

¿Cuáles son los alérgenos más comunes?

Ácaros del polvo: Esos invisibles bichitos que viven en tu cama, sofá y alfombra.

Alimentos: Como los cacahuates, mariscos o lácteos. A veces, tu cuerpo no distingue entre un bocadillo delicioso y una amenaza.

Mascotas: ¡No todas las alergias son al aire libre! Los gatos y perros también pueden ser culpables.

Medicamentos: Algunos pueden causar reacciones alérgicas, desde leves hasta muy graves.

¿Cómo lidiar con las alergias?

Evita los alérgenos: Si sabes que eres alérgico a algo, lo mejor es mantenerlo lejos de ti. Si eres alérgico al polen, por ejemplo, intenta no salir en los días de alta polinización. Si eres alérgico al polvo, ¡es hora de poner en marcha la aspiradora!

Medicamentos antihistamínicos: Si ya caíste en la trampa de las alergias, hay muchos medicamentos disponibles que pueden ayudar a reducir los síntomas. Desde antihistamínicos en pastillas hasta aerosoles nasales. Son como un superpoder que neutraliza la reacción de tu cuerpo.

Consultar a un especialista: Si tus alergias te están dando problemas serios o no sabes qué las está provocando, un alergólogo puede ayudarte a identificar la causa exacta y brindarte un tratamiento adecuado.

¿Y qué pasa con las alergias más graves?

En algunos casos, las alergias pueden ser tan fuertes que incluso una pequeña cantidad de alérgeno puede desencadenar una reacción grave llamada anafilaxia. Esta es una reacción alérgica extrema que puede incluir dificultad para respirar y colapso del sistema circulatorio, lo que requiere atención médica urgente. Si sabes que eres propenso a una reacción grave, es importante llevar siempre contigo un autoinyector de epinefrina.

¿Se puede prevenir las alergias?

Aunque no siempre se pueden evitar, hay algunas cosas que puedes hacer para minimizar tus síntomas:

• Usa fundas antiácaros para proteger tu colchón y almohadas.
• Si tienes mascotas, báñalas regularmente.
• Lava tus manos con frecuencia, especialmente después de estar en contacto con posibles alérgenos.

Las alergias pueden convertir incluso el día más bonito en un verdadero desafío, pero entender qué las causa y cómo manejarlas puede hacer que tu vida sea mucho más cómoda. La próxima vez que estornudes a lo grande o tu nariz se ponga rebelde, ¡piensa que tu cuerpo solo está haciendo su trabajo!