Millones de personas sufren esta enfermedad en todo el mundo,
Alimentación emocional: tips para identificarla y sobrellevarla.
Con el regreso a la oficina y a las actividades del día a día, no siempre tenemos tiempo para alimentarnos de forma adecuada y muchas veces comemos para saciar el hambre o calmar la ansiedad y no para nutrirnos. A este tipo de alimentación se le llama: hambre emocional.
El factor emocional dentro de la alimentación es clave, ya que muchas veces comemos alimentos que nos hacen sentir bien o nos traen recuerdos. Sin embargo, el problema es cuando sentimos una necesidad incontrolable de comer para calmar las emociones o pasar un mal momento.
Silvia Sáenz, nutricionista de Mondelez, brinda algunos consejos y recomendaciones para identificar esta situación y hacer frente al hambre emocional.
- Cuando realmente sentimos ganas de comer o nuestro cuerpo necesita alimento, la sensación no viene acompañada de ansiedad. Al contrario, las ganas de comer se pueden saciar al ingerir alguna comida y no sentiremos hambre hasta después de unas horas.
- Cuando tenemos la urgencia de llevarnos comida a la boca de forma desesperada y el hambre surge de forma repentina, es muy probable que se trate de hambre emocional: así comas un snack seguirás sintiendo ganas de comer
- Cuando sientas ansiedad y ésta se acompaña por la necesidad de comer algo con urgencia, haz una pausa e intenta identificar que está produciendo esa sensación. Muchas veces el respirar y tomarse un tiempo para hacer una pausa en el trabajo o en la rutina diaria, hacer una caminata corta, moverse a un espacio abierto ayudará a calmar esa necesidad de comer cualquier cosa para calmarse.
- Es importante que edifiques que es lo que quiere comer
- Tómate tu tiempo para comer consumir tus comidas, date un espacio en donde puedas disfrutarla plenamente, poniendo atención plena en lo que comes y eliminando las distracciones. Muchas personas con el trajín del día deciden ingerir sus comidas frente a la computadora, trabajando o viendo televisión. Sin embargo, esto solo ocasionará que no disfrutes tu comida, que pierdas la noción de lo que consumiste porque no te des cuenta cuanto comiste, si estás saciado al terminar lo que estabas comiendo.
Cuando sientas hambre pregúntate ¿porque quiero comer? ¿qué quiero comer y cómo lo voy a comer? en este ultimo punto es donde tienes que elegir la porcion adecuada y darte es espacio para disfrutarlo plenamente de manera consciente.