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Ambientes laborales diversos e inclusivos: acciones para lograrlo
La Universidad Tecnológica del Perú (UTP) ha obtenido el segundo lugar en el ranking de los Mejores Lugares para el Talento LGBTIQ+ 2022 en el país, certificación otorgada por Presente ONG, que representa el cumplimiento de altos estándares de inclusión de personas LGBTIQ+.
Al igual que la UTP, actualmente, un 75 % de las organizaciones considera que la diversidad y la inclusión (DeI) son prioridad, de acuerdo con una encuesta realizada por PwC en 2021. Entre ese año y 2020 han incrementado las empresas con políticas, planes y comités a favor de la diversidad.
Jesús Lobo, gerente de Gestión y Desarrollo Humano de la UTP, explica que una cultura diversa e inclusiva impacta en un mayor compromiso de los colaboradores con el propósito y los objetivos de la organización.
Asimismo, promover estos ambientes beneficia a las empresas con mayor atracción y retención de talento. “Al tener equipos más diversos, hay mayor intercambio de ideas, creatividad e innovación para cumplir con el propósito organizacional”, agrega.
Sin embargo, según PwC, solo el 4 % de las organizaciones tiene éxito en las dimensiones claves de DeI. Por ello, el gerente de la UTP señala que tener una cultura inclusiva, de manera consistente y sostenible, implica primero un compromiso de la alta dirección.
“A partir de esto, es clave contar con un alineamiento desde la visión y el mapa estratégico de la organización para que la diversidad e inclusión del talento sean consideradas un pilar, y construir planes e iniciativas de trabajo que empujen en esa dirección”, sostiene.
Jesús Lobo comparte algunas acciones que las organizaciones pueden realizar para lograr un ambiente laboral diverso e inclusivo:
- Comité ejecutivo paritario. Contar con un órgano directivo de gestión que incluya al CEO y a otros líderes para promover acciones y políticas que permitan construir una cultura diversa, realizar propuestas y avanzar en las metas trazadas.
- Política de diversidad e inclusión. Con objetivos e indicadores que se monitorean cada mes por un área operativa responsable.
- Incluir a los líderes. Deben ser los principales voceros y embajadores de la cultura DeI en sus equipos y en la organización.
- Canales de escucha. Estar comunicados continuamente con los colaboradores para construir planes de acción y tener retroalimentación. Crear un canal ético para que sepan a dónde acudir ante cualquier tema.
- Capacitación. Contar con un plan anual de actividades y acciones de sensibilización enfocados en los líderes para trabajar sesgos en la gestión del talento.
- Comunicación. La organización debe mostrar el compromiso y apoyo con eventos y fechas relacionadas a la diversidad. Además, promover un lenguaje inclusivo en los diferentes canales internos y externos.
“Se debe evitar inconsistencia entre el mensaje y las acciones de la compañía, sobre todo en los principales líderes de la organización. En esos casos es donde se pierde credibilidad y coherencia, y no lo hace sostenible”, resalta Jesús Lobo.