La artroscopia de cadera es una cirugía mínimamente invasiva cada vez más popular entre la población. Se practica para preservar la función de la cadera, evitar el sufrimiento del proceso degenerativo de la articulación y aliviar lesiones que causan dolores intensos y limitan el rango de movimiento.
El doctor Henry Deza, traumatólogo de la Clínica Ricardo Palma y especialista en cirugía de cadera, explica que este procedimiento ofrece grandes beneficios para el paciente; ya que dependiendo de cada caso permite volver a realizar actividades cotidianas que antes eran imposibles de efectuar por las molestias que generaba.
La cirugía se lleva a cabo en una sala de operación y se efectúa a través de pequeñas incisiones en la piel, que permiten al especialista trabajar directamente en la articulación. Durante el procedimiento, se emplea una mesa de tracción para separar levemente la cadera y un fluoroscopio para ver en tiempo real los tejidos y estructuras internas en movimiento.
Una vez que se visualiza la articulación, se procede a limar o lijar el hueso que está ocasionando el pinzamiento o choque femoroacetabular (entre la cabeza del fémur y el reborde de la pelvis) y se repara el labrum acetabular o fibrocartílago articular que empaqueta la cabeza del fémur.
Cuidados
Esta intervención requiere a lo mucho un día de hospitalización. Al día siguiente el paciente deberá de iniciar con movimientos pasivos de la cadera, además de estiramiento de músculos para evitar la formación de adherencias en la articulación. La carga debe ser parcial con dos muletas y dependerá del procedimiento que se realizó al paciente.
Otras enfermedades que se pueden tratar con la artroscopia de cadera son: Síndrome de glúteo profundo, bursitis trocantérica, desgarro del glúteo medio, caderas en resorte, entre otras. Cabe indicar que, esta intervención no es tan reciente, sin embargo, gracias al desarrollo de nuevas técnicas ha cobrado especial protagonismo porque ahora se utiliza para aliviar más afecciones.
Entre sus principales beneficios se encuentran: menos sangrado, cortes pequeños, poco dolor, recuperación más rápida en comparación a una operación convencional y menos riesgo de infecciones.