Cinco usos exitosos de la neuromodulación en el sistema nervioso
La neuromodulación por estimulación eléctrica del sistema nervioso es una estrategia terapéutica innovadora para mitigar el dolor agudo y crónico que ha mostrado aplicaciones exitosas en diversos padecimientos.
Esta técnica utiliza dispositivos médicos para estimular eléctricamente los nervios con el fin de controlar los trastornos que se cursan con dolencias, como el dolor de espalda, cuello, el de tipo neuropático y las asociadas con enfermedades crónicas como la artritis, entre otras.
Se ha mostrado que, por ejemplo, la electroacupuntura (EA) activa las fibras nerviosas de manera similar a la estimulación eléctrica directa de los nervios periféricos.
Se conocen diversas técnicas de neuromodulación como la estimulación nerviosa transcutánea; la percutánea; de nervios periféricos; medular; estimulación cortical profunda, y administración de fármacos intraespinales e intracerebral ventriculares. Estas técnicas pueden producir cambios neuroplásticos a corto o largo plazo en el sistema nervioso central.
La neuromodulación ha demostrado ser una herramienta eficaz en el tratamiento de diversas afecciones del sistema nervioso. A continuación, se presentan algunos ejemplos de su aplicación exitosa:
1. Estimulación profunda del cerebro (DBS) para la enfermedad de Parkinson
La DBS implica implantar electrodos en regiones específicas del cerebro que controlan el movimiento. Los electrodos envían pulsos eléctricos continuos para regular la actividad cerebral y reducir los síntomas de la enfermedad de Parkinson, como temblores, rigidez y lentitud de movimientos.
El nivel de estimulación para mejorar el funcionamiento de estas áreas, se controla y regula mediante un dispositivo similar a un marcapasos, que se coloca debajo de la piel en la parte superior del tórax del paciente.
La DBS ha demostrado ser altamente efectiva en el tratamiento de este padecimiento en estados de moderados a graves, mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes.
Estimulación del nervio vago (VNS) para la epilepsia
La VNS implica implantar un dispositivo debajo de la piel del pecho que envía pulsos eléctricos al nervio vago, que ayuda a regular la actividad convulsiva e incluso puede ser usado en niños.
Ha demostrado ser una terapia eficaz para pacientes con epilepsia que no responden adecuadamente a los medicamentos. Padres de familia han afirmado que con esta terapia su hijo está más contento, con menos ansiedad y ansias, así como más alerta. Pacientes adultos han confirmado que reduce la frecuencia e intensidad de las convulsiones y mejora su calidad de vida.
Estimulación eléctrica transcraneal (tDCS) para la depresión.
La tDCS es aplicada mediante corriente eléctrica de baja intensidad al cuero cabelludo para estimular o inhibir áreas específicas del cerebro relacionadas con el estado de ánimo.
Se ha comprobado que es una terapia efectiva para la depresión moderada a grave, particularmente para pacientes que no responden a los medicamentos antidepresivos.
Reduce los síntomas de depresión y es un procedimiento no invasivo porque se hace sin utilizar cirugía ni cortar la piel.
Biofeedback para el dolor crónico.
El biofeedback utiliza señales en tiempo real para ayudar a los pacientes a aprender a controlar funciones corporales involuntarias, como la frecuencia cardíaca o la tensión muscular, que pueden estar contribuyendo a su dolor crónico.
Este tipo de técnica no proporciona corriente eléctrica, sino que el biofeedback consiste en colocar unos electrodos que capta y transforma el impulso eléctrico de los músculos en acción, a través de los ejercicios del paciente, en datos que, a su vez, se pueden ver en una pantalla. Es una herramienta muy eficaz en la reeducación del suelo pélvico y útil en casos de incontinencia urinaria, de esfuerzo, de urgencia o anal; anorgasmia; dispareunia o dolor en las relaciones, y dolor crónico pélvico.
Modulación farmacológica para la enfermedad de Alzheimer.
Esta utiliza medicamentos para alterar la actividad de los neurotransmisores en el cerebro, como la acetilcolina, que se ve afectada en la enfermedad de Alzheimer. Si bien no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer, algunos medicamentos pueden ayudar a mejorar los síntomas cognitivos y la función diaria de los pacientes.
La Estimulación Magnética Transcraneal (rTMS) ha arrojado mejoras en la corteza prefrontal dorsolateral, relacionada con la memoria, el lenguaje y los síntomas neuropsiquiátricos. (8)
Cabe mencionar y tener en cuenta que la neuromodulación no es una cura para todas las afecciones del sistema nervioso, que su eficacia depende de la afección específica, la gravedad de los síntomas y la respuesta individual del paciente, por lo que es importante consultar con un médico especialista para determinar si es una opción de tratamiento adecuada según el caso a tratar.
No obstante, los resultados son prometedores y conforme la investigación avance, se prevé que se le encuentren más beneficios, se perfeccionen las técnicas y abarque más padecimientos y de mejor manera.