Cómo hacer ejercicio al aire libre durante el verano
El verano nos motiva a pasar más tiempo al aire libre. Pero antes de atarse las zapatillas y salir a ejercitarse, es importante tomar precauciones propias de esta temporada. El entrenamiento con calor añade un nivel de estrés al cuerpo, que debe trabajar más para mantener la temperatura central equilibrada. El cuerpo transpira para enfriarse, pero el calor excesivo y la pérdida de fluidos tienen como resultado una pérdida de rendimiento, y pueden llevar a consecuencias serias para la salud.
Samantha Clayton, Vicepresidenta de Rendimiento Deportivo y Fitness Internacional en Herbalife Nutrition, nos brinda algunos consejos simples para hacer ejercicio al aire libre durante el verano de forma segura.
Controlar el tiempo
Según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, un índice de calor de 32 grados o más puede suponer un riesgo significativo para la salud cuando hacemos actividad física al aire libre. Sin embargo, esta temperatura puede variar ya que cada persona tiene una tolerancia al calor y un nivel de estado físico diferente. No obstante, es de suma importancia tener en cuenta la humedad, la cual es particularmente peligrosa porque aumenta el índice de calor general.
Vestirse adecuadamente
Usar la vestimenta adecuada para ayudar al cuerpo a refrigerarse y sacarse la transpiración los ayudará a mantenerse frescos y secos. El equipo para exteriores debería incluir ropa floja y liviana que facilite la pérdida de calor y los proteja contra los rayos solares UV. Eviten usar sombrero y opten por viseras. Como el cuerpo pierde el calor por la cabeza, un sombrero mantendría el calor, mientras que una visera les protegerá el rostro del sol y les permitirá perder el calor eficientemente por la cabeza.
Hidratarse
Es importante mantenerse bien hidratados para recuperar los fluidos perdidos por la transpiración. La cantidad de fluidos que se pierden varía por persona, en base a cuánto transpira, el tamaño y el nivel de estado físico. Pero como buena base, por cada 20 minutos de ejercicio, se recomienda tomar, al menos, 120 mililitros de líquido o más. Seguir este parámetro, permitirá mantener un estado constante de hidratación y ayudará al cuerpo en el proceso de enfriamiento. El cuerpo no solo pierde agua cuando transpira, por ello, la experta recomienda incluir bebidas deportivas para promover la hidratación con electrolitos y mantener un buen equilibrio de sodio y potasio.
Escuchar al cuerpo
Es importante conocer los signos de agotamiento por calor cuando se hace ejercicio. Son muchos los signos que se deben observar, incluyendo, entre otros, náuseas, confusión, fatiga, transpiración excesiva, irritabilidad, baja presión sanguínea, incremento de la frecuencia cardíaca, alteraciones visuales y calambres musculares. “Es importante actuar de inmediato si se observa alguno de estos síntomas. Ante ello, se deberá detener toda la actividad física y buscar un lugar fresco para descansar. Encuentren un lugar a la sombra o un edificio con aire acondicionado cerca y tomen agua de a sorbos. Si los síntomas persisten después de suficiente descanso y fluidos, podría ser necesario consultar al médico”, finalizó Clayton.