
¿Cómo minimizar el impacto del síndrome del impostor en los profesionales?
Según el informe The Impostor Phenomenon de Jaruwan Sakulku y James Alexander, se estima que el 70% de las personas experimentarán al menos un episodio de este síndrome en sus vidas.
El síndrome del impostor, identificado por la Dra. Pauline Clance en 1978, es un fenómeno psicológico que afecta a personas altamente competentes y exitosas, quienes, a pesar de sus logros, sienten que no merecen su éxito y temen ser descubiertas como «fraudes», caracterizándose por una persistente sensación de fraude, en la que las personas atribuyen su éxito a factores externos en lugar de a sus propias habilidades.
Ferran Calatayud, Director Ejecutivo de Broward International University – BIU, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, explica que, “el síndrome del impostor es más común de lo que se cree y puede limitar el desarrollo de los líderes. Entre sus principales efectos están la inseguridad y el miedo al fracaso, lo que puede llevar a una indecisión excesiva o a evitar tomar riesgos necesarios para el crecimiento de la organización. También genera dificultades para delegar, ya que muchos líderes con este síndrome dudan de sus propias habilidades y prefieren sobrecargarse de tareas antes que confiar en su equipo».
De acuerdo con el informe Imposter Syndrome de la doctora Suzanne Feigofsky, este fenómeno es especialmente frecuente en personas con rasgos de perfeccionismo, ansiedad generalizada y miedo al fracaso, lo que impacta su desempeño y bienestar mental.
¿Cómo combatirlo? Soft Skills para hacerlo
Superar el síndrome del impostor requiere un proceso de autoconocimiento y desarrollo de habilidades blandas que refuercen la confianza y el liderazgo. Entre las más importantes, Calatayud destaca:
● Autoconciencia y autopercepción: Reconocer y valorar los propios logros es fundamental. Esto se puede lograr mediante la reflexión personal y el mantenimiento de un diario de logros.
● Comunicación efectiva: Aprender a aceptar elogios sin justificarse y expresar necesidades y sentimientos abiertamente es crucial. La comunicación asertiva ayuda a construir relaciones más sólidas y a recibir retroalimentación constructiva.
● Resiliencia: Aprender de los errores y no atribuir el éxito a la suerte es esencial. Esto implica desarrollar una mentalidad de crecimiento y ver los desafíos como oportunidades de aprendizaje.
● Colaboración y apoyo: Buscar mentoría y redes de apoyo para obtener retroalimentación constructiva y validación es vital. Un entorno de apoyo puede ayudar a reforzar la confianza en uno mismo.
El síndrome del impostor no es exclusivo de líderes experimentados. Según el informe de Feigofsky, entre el 25% y el 76% de los médicos en formación han experimentado este fenómeno, afectando tanto a hombres como a mujeres. Por ello, es fundamental fortalecer habilidades que ayuden a gestionarlo, como la autoafirmación, el diálogo interno positivo y la participación en programas de desarrollo profesional que impulsen el crecimiento personal.
Estrategias para transformar el miedo en confianza
Para los líderes que enfrentan el síndrome del impostor, existen estrategias prácticas que pueden ayudar a convertir la autocrítica en motivación, según el experto de BIU, «reformular el diálogo interno es clave. Cambiar la narrativa interna hacia una más positiva y realista implica reconocer y reemplazar pensamientos negativos por afirmaciones positivas sobre sus habilidades y logros», y añade, «también es importante mantener un registro de logros. Documentar y celebrar los éxitos ayuda a visualizar el progreso y a reconocer el propio mérito. Esto puede ser tan simple como mantener un diario de logros o crear un tablero de reconocimiento en el lugar de trabajo”.
The Impostor Phenomenon Estudios indica que la procrastinación y el sobreesfuerzo son respuestas comunes al síndrome del impostor, lo que puede llevar al agotamiento y afectar el rendimiento profesional, de modo que buscar mentoría y establecer metas claras permite a los líderes enfocarse en lo que pueden controlar y celebrar avances concretos.
El rol de las empresas en la reducción del síndrome del impostor
Las organizaciones tienen un papel crucial en la construcción de entornos de trabajo que minimicen el impacto del síndrome del impostor en sus colaboradores. Según Calatayud, hay varias estrategias efectivas:
- Programas de desarrollo profesional: Ofrecer planes personalizados que ayuden a los empleados a identificar sus fortalezas y debilidades es fundamental. Esto puede incluir talleres sobre autoconciencia, resiliencia y comunicación efectiva.
- Cultura de apoyo y feedback: Promover un ambiente donde se valore la retroalimentación constructiva y el apoyo mutuo es esencial. Esto puede lograrse a través de sesiones regulares de feedback y reconocimiento de logros.
- Promover la mentalidad de crecimiento: Fomentar una cultura que vea los errores como oportunidades de aprendizaje y no como fracasos. Esto ayuda a reducir el miedo al error y a aumentar la confianza en la capacidad de aprender y mejorar.
Un mensaje para quienes creen que su éxito es sólo cuestión de suerte del experto
Para aquellos que sienten que su éxito es producto del azar y temen ser «descubiertos», Calatayud aconseja reconocer y valorar sus logros, entendiendo que son el resultado de su esfuerzo y habilidades. Reflexionar sobre los pasos que los han llevado hasta donde están permite internalizar el mérito propio.
También, es clave aprender a aceptar elogios sin justificarse, ya que esto ayuda a reforzar la confianza en uno mismo. Buscar apoyo en mentores o colegas de confianza proporciona validación externa y perspectivas objetivas que pueden reducir la autocrítica. Además, practicar la autoafirmación y recordar los logros regularmente contribuye a desarrollar una mentalidad de crecimiento, permitiendo ver los desafíos como oportunidades de aprendizaje en lugar de amenazas.
El síndrome del impostor puede ser un obstáculo en el desarrollo profesional y el liderazgo, pero con las herramientas adecuadas, los profesionales pueden convertirlo en una oportunidad de crecimiento y fortalecimiento de sus habilidades.