Deshebrando al asado de tira y el cine, con sus tradiciones…
Cuando hablamos de “Asado” nos estamos refiriendo a la acción de asar carne, cosa que se puede hacer sobre una parrilla expuesta a la radiación de las brasas, o bien. por exposición indirecta de la carne a la llama (a la estaca). Cuando mencionamos esta palabra, no solo nos estamos refiriendo a su técnica de cocción, sino que el término aplica para referirnos al plato de comida en sí mismo.
En Argentina, el asado tiene algunas características que lo hacen diferente al realizado en otros países, y difiere sustancialmente de la conocida, por norteamericanos y europeos, barbacoas.
En la Argentina, los asados de hoy son muy diferentes a los de ayer; si bien para ambos casos la esencia no cambia, sí lo hizo la forma, los contenidos; no se puede estar fuera de contexto en lo que respecta a la situación de la economía.
Pero los argentinos nos definimos como “sanguinario”, necesitamos de la carne, necesitamos prender un fuego y, sobre la parrilla, echar carne cruda y alguna que otra víscera de res.
El asado es la comida nacional de una nación que, por tradición, es carnívora. Este manjar tuvo su nacimiento allá por mediados/fines del Siglo XIX, su auge a mediados del Siglo XX y, lamentablemente, algunos piensas que ha comenzado su declive. Esto último puede serlo, pero no tanto; porque el asado, “nuestro asado”, como el fernet y el chimichurri, son parte de nuestra identidad.
Los asados de ayer, como los de hoy, hacen de la identidad; al punto que se ha propuesto declarar al 25 de noviembre, como el “día del asado de tira”, por ser un día como ese que se envió la primera remesa de carne congelada a Londres, y llegó en buen estado.
¿Y qué decir del asado y el cine? En la ciudad “cuna del asado de tira”, no se habla de la tira de asado, y las repercusiones que tuvo descubrir su origen; resonancia no solo en el país de las vacas, sino en otros de la América toda. Y, si de iniciativas se trata, se puede mencionar que en la ciudad de Campana se ha presentado la propuesta de creación de un museo del cine, fundamentando esto en el hecho de que históricamente esta ciudad, a partir de la existencia de sus museos, ha valorizado y promovido su patrimonio cultural y que, con la creación de este museo se podría reflejar la evolución cinematográfica que se produjo no solo en la ciudad, sino también en la región y, porque no, en nuestro país.
A través de emprendimientos personales, se desea fomentar el aprendizaje y la Investigación en el ámbito del cine y la imagen en general, como también sensibilizar a la población de la importancia del cine como manifestación cultural que posibilita diferentes lecturas de nuestro presente más actual y de nuestro pasado histórico. Hoy por hoy, ya se han realizado tres largometrajes, “Los dos mininos”, “El último gran cazador” y “El Pago de las Almas”, todas estas producciones independientes hechas “a pulmón”, realizaciones hechas sin fines de lucro, y cuyo fin sería la difusión del cine independiente.
Para concluir, todos estos trabajos cinematográficos, como otros proyectos en danza, se pretende reunir identidad y patrimonio, como también educación y dar oportunidad a todos esos jóvenes a que puedan generar sensibilidad y aprobación hacia la puesta en valor de lo que nos pertenece.