Día Mundial de la Salud Mental: en el último año, la cifra de peruanos que sufren alguna enfermedad mental creció en 13 %
Perú cuenta con tan solo 277 centros de salud mental comunitaria para los 34 millones de habitantes del país.
En el Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) registró 1,844,531 atenciones por consultas de salud mental en 2023, un 13% más que en 2022, lo que resalta la creciente relevancia de este problema de salud pública.
Luis Olavarría, coordinador de la carrera de Psicología de la Universidad Privada del Norte (UPN), destacó que, durante la primera mitad del presente año, se han reportado 900,218 casos de personas que presentaron trastornos mentales y/o afecciones psicosociales. Además, según el experto, los trastornos de salud mental más comunes que afectan a la población peruana incluyen la ansiedad y la depresión, ocupando el 39 % del total de casos reportados en el primer semestre del 2024.
Además, los trastornos por abuso de sustancias, especialmente relacionados con el consumo de alcohol y drogas, plantean una amenaza importante, que exacerba tanto los problemas sociales como los riesgos para la salud.
En los últimos años, dicha situación se ha visto exacerbada por los desafíos que plantea la percepción de inseguridad, los efectos de la pandemia de COVID-19 en la sociedad y problemáticas como el desempleo y la inflación. La pandemia, en particular, intensificó el aislamiento y el duelo, mientras la inestabilidad económica sigue afectando el bienestar emocional de las personas.
En este contexto, el Día Mundial de la Salud Mental se presenta como una fecha clave para reflexionar sobre la importancia del bienestar mental y la necesidad de crear conciencia sobre los problemas que afectan a millones de personas en todo el mundo.
No obstante, como muchos países, Perú enfrenta una importante brecha en el acceso a la atención psicológica. Actualmente, el Perú cuenta con tan solo 277 centros de salud mental comunitaria (CSMC) para los 34 millones de habitantes del país, una cifra insuficiente para cubrir la creciente demanda de atención psicológica.
“La salud mental es un componente esencial para el bienestar general, pero sigue siendo subestimada. El acceso limitado a servicios psicológicos hace que muchas personas no reciban la atención que necesitan», explica el coordinador de UPN. «Necesitamos crear una cultura en la que la búsqueda de ayuda psicológica sea algo normal y accesible para todos”.
En este sentido, también se posiciona como una barrera crítica. En muchos casos, las personas que padecen trastornos mentales no buscan tratamiento por miedo a ser juzgadas o discriminadas.
«Es fundamental que como sociedad empecemos a normalizar las conversaciones sobre la salud mental. Necesitamos entender que buscar ayuda no es un signo de debilidad», subraya Olavarría.