
Especialistas en salud recomiendan el uso de nuevas tecnologías para acelerar la eliminación del cáncer de cuello uterino en el Perú
Autoridades y expertos en salud coincidieron en que la incorporación de la vacuna nonavalente es una decisión clave para acelerar la eliminación del CCU en el Perú
El último viernes, especialistas en salud se reunieron en el foro “Estrategias globales para abordar el cáncer de cuello uterino y su impacto en la salud pública en Perú”. Durante el evento, autoridades, representantes de colegios profesionales, asociaciones civiles y expertos coincidieron en la urgencia de fortalecer las políticas de prevención y vacunación para combatir esta enfermedad prevenible.
El foro fue liderado por el congresista Alejandro Aguinaga, presidente de la Comisión Especial de Prevención y Control del Cáncer, quien enfatizó la importancia de la prevención como eje fundamental en la lucha contra el cáncer de cuello uterino (CCU). “Es prioritario que nuestro país acelere la implementación de estrategias eficaces que permitan reducir la mortalidad por esta enfermedad. La vacunación es un pilar clave para lograrlo”, señaló Aguinaga.
El Dr. Mauricio Maza, asesor regional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), advirtió que en Perú más de 4,800 mujeres son diagnosticadas con esta neoplasia cada año, de las cuales 2,500 fallecen. Además, destacó los esfuerzos del Fondo Rotatorio de la OPS para aumentar el acceso a nuevas tecnologías, como la vacuna nonavalente, que ya se puede adquirir a costos significativamente bajos.
En línea con esta problemática, Luis Bengolea Mori, representante del Organismo Regional Andino de Salud (Convenio Hipólito Unanue), alertó sobre la gravedad del CCU en la región andina. “En países como Ecuador, Perú y Venezuela, el cáncer de cuello uterino es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres, pero en nuestro país ocupa el primer lugar en incidencia. Necesitamos avanzar con urgencia hacia la incorporación de la vacuna nonavalente para inmunizar a toda la región. Para enfrentar este problema, nos hemos guiado por las recomendaciones de la OPS y otras instancias internacionales”, afirmó.
Por su parte, Magdalena Quepuy, Directora de Inmunizaciones del Ministerio de Salud (Minsa), presentó una hoja de ruta específica para fortalecer el esquema de vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) y otros programas de inmunización. “Nuestra campaña ‘Mujeres salvamos mujeres’ busca incrementar la cobertura de vacunación contra el VPH en niñas, niños y adolescentes de 9 a 18 años. Además, estamos alineados con la estrategia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) 90-70-90, que establece objetivos claros para la eliminación de este cáncer”, explicó Quepuy.
Durante la mesa redonda, las autoridades y expertos en salud coincidieron en que la incorporación de la vacuna nonavalente es una decisión clave para acelerar la eliminación del CCU en el Perú. La Dra. Magaly Blas, experta en salud pública, resaltó que la vacuna ya está disponible en el fondo rotatorio de la OPS a un costo accesible. “Es fundamental que el Perú incorpore esta tecnología lo antes posible para ampliar la protección contra las cepas más agresivas del VPH”, indicó.
Essy Maradiegue, Directora Ejecutiva de la Dirección de Prevención y Control de Cáncer, subrayó que las decisiones en salud pública deben basarse en evidencia científica. “Un estudio reciente demuestra que hay cinco cepas con mayor prevalencia en la región y que generan una mayor incidencia de CCU. Esto refuerza la necesidad de adoptar la vacuna nonavalente, ya que protegería a un mayor número de mujeres contra la enfermedad”, afirmó.
El foro concluyó con un llamado urgente para priorizar la prevención y vacunación contra el VPH en el Perú. La implementación de nuevas tecnologías, como la vacuna nonavalente, no solo aceleraría la eliminación del cáncer de cuello uterino, sino que también alinearía al país con las metas globales de la OMS. Los expertos coincidieron en que el acceso a esta vacuna a través del fondo rotatorio de la OPS representa una oportunidad histórica para proteger a miles de mujeres peruanas y dar un paso decisivo en la lucha contra esta enfermedad prevenible.