Fin de año: momento de buscar los aprendizajes
- Prestamos atención también a lo evidente, porque de lo contrario solo creamos escenarios alternos y suposiciones, lo cual reducirá la claridad y reforzará la ansiedad.
Las fiestas de fin de diciembre como Navidad y la llegada del nuevo año son motivos de celebración y alegría, pero también pueden ser oportunas para reflexionar en torno a nuestros aprendizajes y los espacios de mejora que podemos identificar de cara al 2023.
En ese sentido, Tania Guimac, directora ejecutiva de Educación y Formación Continua de la Universidad de Piura, nos brinda algunas recomendaciones que nos ayudarán a valorar mejor las experiencias del año y reconocer algunos aprendizajes.
- Valora tu descanso: aprecia el sueño, es una fase sumamente importante porque forma parte de nuestros procesos de aprendizaje, atención y vigilia. La profesora de la UDEP recomienda preguntarnos ¿cómo te va un día que no pudiste dormir adecuadamente? Si la razón fue la preocupación, es una alarma fuerte. “Atiende el tema rápidamente y si no tiene solución, acéptalo”, precisa.
- Cree en ti y siente orgullo de la persona que eres: cada año, escribe una lista de logros alcanzados; todos son válidos si has superado algún nivel. Es necesario revisar los avances, no solo las deficiencias del año. Normalmente no reconocemos los aciertos hasta hacer una lista que revele nuestros logros: cumplir con un informe difícil, dedicarle más tiempo a la familia, fumar menos, hacer algo de ejercicio, ir a terapia. “Todo merece una felicitación”, dice.
- El trabajo es importante pero no es todo: no es viable dedicar todo el tiempo al trabajo. El todo de nuestra vida se compone de muchas cosas importantes, no pongamos nuestros esfuerzos absolutos en solo un aspecto, porque inevitablemente otros serán descuidados.
- No podemos solucionarlo todo: No tenemos el poder de los superhéroes. Podemos solucionar los aspectos que estén a nuestro alcance y bajo nuestro control; no aquellos que no lo estén.
- Vivir las emociones: tómate tiempo para conectar y ser consciente de las emociones, porque cada una de ellas es increíble; hay que sentirlas y dejarse llevar por ellas, en algunas ocasiones. “Es necesario vivir más el presente, aunque suene a frase cliché”, dice Tania Guimac.
- Dialoga contigo: pregúntate, afírmate, recuérdate. ¿Te gusta eso? ¿Te sientes bien realizando lo que haces? ¿Qué te provoca ahora? ¿Te gusta este lugar? Ante alguna decisión sencilla, y si no sabes qué hacer, pregúntate, responde y hazlo. Si no te sientes bien, piensa por qué sigues donde estás.
- Establece prioridades, sin olvidarte de ti: las prioridades son dinámicas, cambian por el acontecer de la vida y toman otra forma. La especialista señala: “asume este principio: si empiezo a descuidarme, entonces lo que hago ya no es una prioridad, sino que, quizás, se está convirtiendo en una obsesión”
- Ten un plan de contingencia: es bueno tener un plan alterno cuando la principal falla. Te ayudará a responder rápido y a brindarte más seguridad.
- Busca mentores: no importa la edad que tengas, siempre es favorable tener otras perspectivas. A nivel profesional, servirá para darte una visión amplia de lo que puedes lograr. Si no son de tu misma profesión, enriquecerán con su experiencia.
- Cuéntales a las personas lo que quieres lograr: sobre todo, en quienes más confías y te aprecien. Encontrarás una lluvia de consejos, alternativas, incluso, hasta podrían ayudarte.