La circuncisión: ¿Es bueno hacerla a los bebés recién nacidos?

Mientras que algunos defienden sus beneficios potenciales, como la prevención de infecciones y la mejora de la higiene, otros cuestionan la ética y la necesidad de realizarla de forma rutinaria en neonatos.

La circuncisión es un procedimiento quirúrgico en el que se retira el prepucio, la piel que cubre la cabeza del pene (glande). Aunque es un procedimiento médico que implica ciertos riesgos, estos son poco frecuentes si se realiza por profesionales capacitados y en condiciones de higiene y seguridad adecuadas.

¿Por qué se realiza la circuncisión?

El neonatólogo de la Clínica San Felipe, Jaime Zegarra, indica que la circuncisión no es esencial desde el punto de vista médico, pero algunas familias optan por ella por razones estéticas, sociales, religiosas o para prevenir infecciones. En cuanto a la higiene, es importante que los niños no circuncidados aprendan a lavar sus genitales adecuadamente, lo que hace que la justificación basada en la limpieza pierda relevancia. En cuanto a las infecciones, es cierto que los hombres circuncidados tienen un menor riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual y algunas infecciones urinarias, aunque estas últimas son raras en los niños. Además, en algunas religiones, la circuncisión es una tradición. En países como Estados Unidos, es más común, pero en muchos otros no se realiza habitualmente.

En los recién nacidos, el prepucio suele estar adherido al glande y se separa espontáneamente alrededor de los 6 años, sin necesidad de realizar «ejercicios» que podrían causar heridas. Es importante enseñar al niño a lavar sus genitales de forma regular, igual que con los dientes. Si a los 6 años el niño no puede retraer el prepucio para exponer el glande, se recomienda consultar al pediatra.

La circuncisión en recién nacidos se realiza generalmente en los primeros días de vida, ya que más tarde puede ser un procedimiento más complicado. Debe llevarse a cabo únicamente por un médico en una clínica, hospital o consultorio adecuado.

Riesgos de la circuncisión

Aunque los riesgos son poco comunes, pueden incluir:

• Sangrado
• Infección
• Dolor en la zona afectada, para lo cual se recomienda el uso de analgésicos tópicos.

La recuperación del pene circuncidado puede tardar entre 7 y 10 días. Si después del procedimiento se presentan síntomas como sangrado persistente, aumento de enrojecimiento, fiebre, signos de infección (vesículas con pus), o si el bebé no orina normalmente dentro de las 12 horas posteriores a la circuncisión, se debe consultar al médico.

Beneficios de la circuncisión

La circuncisión ofrece algunos beneficios para la salud, tales como:

• Reducción del riesgo de infecciones urinarias.
• Menor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual (aunque las prácticas sexuales seguras siguen siendo esenciales).
• Menor riesgo de cáncer de pene, aunque este es un tipo de cáncer muy raro.

Métodos de circuncisión en bebés

El bebé generalmente se mantiene despierto durante el procedimiento, y se le aplica anestesia local en el área afectada. Los métodos más comunes para la circuncisión en recién nacidos son:

Gomco: Utiliza una abrazadera para extirpar el prepucio.

Plastibell: Coloca un anillo de plástico alrededor del pene para evitar el sangrado mientras se extrae el prepucio.

Exerptación quirúrgica: Implica cortar y suturar el prepucio en una operación bajo anestesia general, realizada en una sala de operaciones.

Existen también métodos tradicionales utilizados en algunas ceremonias, aunque no son recomendados por profesionales médicos. Para más detalles sobre estos métodos, es importante consultar con un médico o especialista.

Aunque el procedimiento en niños mayores y adultos es similar, puede requerir anestesia general y la recuperación puede ser más prolongada, con un mayor riesgo de complicaciones.

Es fundamental que el procedimiento lo realice un profesional capacitado, como un cirujano pediátrico o urólogo, y que los padres se informen adecuadamente antes de tomar una decisión.