
La prevención es determinante para frenar el avance silencioso de las enfermedades no transmisibles o crónicas
Latinoamérica es la región con mayor prevalencia de actividad física insuficiente, según un estudio de la OMS.
Las enfermedades no transmisibles (ENT) como la obesidad, la diabetes, la hipertensión y las afecciones cardiovasculares, representan hoy una de las principales amenazas para la salud mundial. Según los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el reto es reducir en un tercio la mortalidad prematura por ENT al año 2030, mediante prevención y tratamiento efectivo.
Actualmente, se registran 41 millones de muertes al año por ENT a nivel mundial. De no actuar, esta cifra podría aumentar a 52 millones para 2030. En el Perú, las ENT representan el 58.5% de la carga de enfermedad generada cada año, colocándose así este grupo de enfermedades como el mayor causante de discapacidad y muerte prematura en el país, por encima de las enfermedades transmisibles y las lesiones. Este panorama coincide con lo reportado a nivel mundial para países de medianos ingresos.
«Para frenar el aumento de estas cifras, la prevención debe ser una prioridad. Es fundamental optar hacia un estilo de vida más saludable para marcar la diferencia. Con ello recomendamos, escuchar a nuestro cuerpo, mantenernos activos y llevar una alimentación equilibrada. Estas decisiones podrán transformar nuestro bienestar a largo plazo», asegura el Dr. Rafael Martinez, Director médico de Tecnofarma Perú, una empresa del grupo Adium
Una amenaza creciente en la región
En el Perú, el sedentarismo es uno de los principales detonantes de estas enfermedades. Esta realidad se refleja en varios países de Latinoamérica, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado en The Lancet, revela que Latinoamérica es una de las regiones con mayor prevalencia de actividad física insuficiente. Según el Ministerio de Salud (Minsa) solo el 26% de la población adulta peruana realiza actividad física regularmente.
Asimismo, el informe indica que el 27.5% de la población adulta mundial, es decir 1,400 millones de personas, no cumplen con las recomendaciones de actividad física para mejorar la salud. La OMS sugiere al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado a intenso.
“Los estilos de vida cada vez más sedentarios generan un gran impacto en la salud. Pasar muchas horas sentado o tumbado reduce la masa muscular, debilita los huesos, afecta la circulación y aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares”, detalla el Dr. Martinez.
Hábitos que marcan la diferencia
La actividad física es el primer paso en la prevención de estas enfermedades y para los 1,250 millones de personas que consumen tabaco en el mundo, el siguiente paso que deben dar es dejar de fumar. Esto es vital para prevenir una afección o reducir el riesgo de muerte prematura tras un diagnóstico de ENT.
Otro paso adicional, que debe dar la población es alimentarse mejor, eligiendo las opciones más saludables en cada entorno donde se encuentre. “La variedad de alimentos que contiene una alimentación saludable, como granos enteros, frutas, verduras, proteínas con poca grasa y lácteos actúa de manera positiva en el sistema inmunitario de cada persona. No se trata solo de perder peso, sino de ganar salud. Con pequeñas decisiones, podemos generar grandes cambios.”, expresa el Director médico de Tecnofarma Perú, una empresa del grupo Adium
También es fundamental acudir al médico para chequeos periódicos, realizarse los exámenes indicados y, en caso de diagnóstico, seguir estrictamente el tratamiento prescrito. La adherencia terapéutica es clave para controlar la progresión de las enfermedades crónicas, evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente. Cada una de estas acciones contribuye a prevenir las ENT, a evitar su progresión, aliviando la carga que representan para las familias, los sistemas de salud y la sociedad en general.