
Las mujeres tienen un 50% más de probabilidades de ser mal diagnosticadas en comparación con los hombres
Las mujeres pagan un 18% más en gastos médicos que los hombres y permanecen un 25% más de su vida con problemas de salud en comparación con los hombres.
Las brechas de acceso a la salud que afectan a las mujeres en América Latina siguen siendo un desafío urgente. El informe “Cerrando la brecha en salud de las mujeres”, presentado por el Instituto de Salud de McKinsey y el Foro Económico Mundial, subraya que, aunque las mujeres tienen una mayor esperanza de vida, sufren más enfermedades en sus últimos años. Asimismo, las mujeres tienen un 50% más de probabilidades de recibir diagnósticos erróneos en casos de ataques cardíacos y enfrentan mayores desafíos en el tratamiento de enfermedades autoinmunes como el lupus.
De acuerdo con el estudio “A Review of Breast Cancer and Outcomes in Latin America”, cerca del 30-40% de los casos de cáncer de mama en la región son detectados en una etapa avanzada o metastásica, reduciendo significativamente las posibilidades de un tratamiento con opción curativa. Además, las mujeres enfrentan barreras económicas en el acceso a la salud. Según el Deloitte Health Equity Institute, pagan en promedio un 18% más que los hombres en gastos médicos de bolsillo. Este impacto financiero es aún más evidente en mujeres de entre 19 y 64 años, quienes afrontan costos más altos, incluso cuando se excluyen los gastos por maternidad.
Según María Julia Caffaro, médica y Gerente General de Roche Perú, la desigualdad en la salud femenina también se refleja en el tiempo de vida de las mujeres con enfermedades, esta diferencia de género responde al menor tiempo de dedicación de las mujeres a su salud. Datos de McKinsey indican que, en promedio, las mujeres viven un 25% más de su vida con problemas de salud en comparación con los hombres. Esta disparidad afecta su bienestar e impacta su calidad de vida y productividad.
La Gerente General de Roche Perú explica que: “En zonas rurales, las mujeres enfrentan obstáculos socioculturales que dificultan su acceso a la atención médica. En muchos casos, deben pedir permiso a sus esposos o familiares para realizarse exámenes médicos, lo que retrasa diagnósticos y tratamientos oportunos. Además, factores como normas de género, discriminación, desplazamiento forzado y barreras en el acceso a tratamientos agravan la situación”, acotó.
Caffaro enfatiza que mitigar estas brechas requiere impulsar iniciativas que combinen esfuerzos del sector público y privado y destaca la importancia de desarrollar estrategias que permitan detectar y tratar enfermedades en las mujeres de manera oportuna. “Es fundamental generar conciencia sobre estas desigualdades y promover políticas que garanticen un acceso equitativo a la salud para todas las mujeres en América Latina. La detección temprana y el acceso a tratamientos adecuados pueden marcar la diferencia en la vida y los resultados en salud de millones de personas”.
El compromiso con la equidad en salud debe ser una prioridad para los sistemas sanitarios en la región. Solo a través de un enfoque integral, que incluya políticas públicas efectivas, educación y acceso a atención médica de calidad, se podrá reducir la brecha de género en la salud y mejorar la calidad de vida de las mujeres.