Pacientes con hemofilia cuestionan a EsSalud por compra de medicamento de dudosa calidad
Un grupo de pacientes con hemofilia ha expresado su preocupación y rechazo ante la reciente decisión de EsSalud de adquirir un medicamento para tratar esta condición, al considerar que pone en riesgo la salud de miles de personas. Las asociaciones afectadas, como la Asociación Peruana de la Hemofilia (ASPEH) y la Asociación de Hemofilia del Hospital Rebagliati (ASOHER), advierten que el concentrado de Factor VIII denominado “Hemorel-A”, fabricado en India y distribuido desde Panamá, no cumple con los estándares de calidad requeridos para su uso en el país.
Según los denunciantes, el medicamento no satisface requisitos fundamentales como la alta pureza ni la doble inactivación viral, prácticas que son esenciales para evitar riesgos de transmisión de enfermedades infecciosas como la hepatitis B y C. Este concentrado, además, no cuenta con la aprobación de ninguna agencia sanitaria internacional reconocida y ha sido previamente rechazado en otras naciones por no cumplir con los criterios necesarios para su comercialización.
Durante una reunión celebrada el 5 de diciembre con representantes de EsSalud, se informó sobre la compra de este medicamento, lo que generó alarma entre los pacientes, quienes temen por su salud debido a la falta de garantías que respalden su efectividad y seguridad. Los afectados señalan que, si no se detiene la adquisición de este medicamento, se pondría en peligro la vida de muchos pacientes con hemofilia, quienes dependen de estos tratamientos para llevar una vida normal.
En vista de los riesgos que podría implicar esta decisión, las asociaciones de pacientes han exigido a EsSalud la suspensión inmediata de la compra de «Hemorel-A» y piden que se priorice la adquisición de productos que cuenten con los estándares adecuados de calidad y seguridad. Además, solicitaron la intervención de las autoridades competentes para asegurar que los pacientes con hemofilia reciban tratamientos adecuados y confiables.
Esta denuncia resalta la necesidad urgente de reforzar los mecanismos de vigilancia y control en la compra de medicamentos destinados a tratar enfermedades graves, con el fin de garantizar la protección de la salud pública y el bienestar de los pacientes.