“Los niños con discalculia deben aprender matemáticas de forma personalizada, para que puedan avanzar sin frustración. La educación debe ser inclusiva y respetuosa del potencial de cada niño”, señala Javier Arroyo, experto en educación de Smartick.
La discalculia es un trastorno en el aprendizaje de la matemática relacionada a comprender conceptos numéricos, como su memorización, la distinción entre cantidades, reconocimiento de dígitos y fluidez del cálculo. Al igual que otras dificultades de aprendizaje, la discalculia no es una incapacidad para aprender, lo que implica es una manera distinta de procesar la información matemática.
Javier Arroyo, experto en aprendizaje virtual de Smartick, método especializado en matemática y comprensión lectora, señala que “los niños con discalculia deben aprender matemáticas de forma personalizada, para que puedan avanzar sin frustración a una aplicación más abstracta de los números. La educación debe ser inclusiva y respetuosa del potencial de cada niño”.
¿Cómo se evidencia la discalculia? Por ejemplo, al no poder leer un reloj de agujas, mostrar dificultad para memorizar teléfonos, dificultad para leer y escribir cantidades, errores en la comprensión del sistema decimal, o si resulta difícil hacer cálculos mentales, entre otros. Esto puede llegar a causar frustración en los niños y baja autoestima, llegando a desarrollar ansiedad ante los deberes escolares.
Con el objetivo de dar visibilidad a este trastorno, Smartick, en colaboración con expertos de las universidades de Málaga y Valladolid, han elaborado un test de discalculia, una herramienta estandarizada, online y gratuita para niños de primero a cuarto de primaria, que permite identificar el riesgo de discalculia en solo 15 minutos, mediante pruebas simples de diferentes habilidades matemáticas.
“Al ser identificada una dificultad específica en el test, lo recomendable es ir con un especialista que confirme el diagnóstico y descarte que no hay otra condición que pueda explicar su bajo rendimiento”, precisa el especialista de Smartick. Tener dificultades matemáticas también puede responder a baja motivación, un método inadecuado de enseñanza, poca exposición a los números o niños con necesidades educativas especiales no identificadas. Por eso la importancia de un diagnóstico temprano y adecuado.
El dato: cabe señalar que la inteligencia artificial aplicada a la educación es un gran aliado en para casos como la discalculia. Plataformas como Smartick han demostrado grandes resultados en la enseñanza personalizada.