Praderas de Vida: El jardín comunitario que transforma vidas
Donde antes había un botadero, ahora se encuentra el primer jardín comunitario de plantas medicinales de Lima. Se trata del emprendimiento “Praderas de Vida”, ganador de la categoría Adultos Imparables, impulsada por AFP Integra, del Desafío KUNAN 2022, el premio anual más importante para el emprendimiento social en el Perú.
“Praderas de Vida” lo conforma un grupo de vecinas de entre 40 a casi 70 años del asentamiento humano “Las Praderas” de San Juan de Miraflores, y se dedica al cultivo de plantas medicinales como muña, lavanda, romero, salvia, caléndula, y a la producción de accesorios, sahumerios, juguetes para gatos, infusiones, condimentos, entre otros. Además, fabrican jabones de glicerina y jabones de lavar ropa con aceite reciclado que ellas mismas acopian.
En el 2019, Faviola Pardavé y once vecinas de la comunidad, decidieron transformar un botadero de basura en un espacio social seguro y productivo, que no solo les pudiera generar ingresos extra, sino que también fuera amigable con el ambiente.
Las socias vieron tres oportunidades claras: primero, la transformación de un lugar abandonado en uno seguro y productivo, especialmente durante la pandemia; segundo, la unión de las vecinas del jardín comunitario para organizarse, ya que les gusta cultivar plantas y sintieron que podían involucrarse mucho más; y tercero, la generación de ingresos, al tener clientes fijos que compran sus productos y materia prima.
Es así que, tras 4 años de arduo trabajo, “Praderas de Vida” ha logrado alianzas y clientes importantes. Por ejemplo, hoy es uno de los proveedores principales de Misha Rastrera, emprendimiento social finalista también del Desafío Kunan en el 2018 y ganador de la categoría Emprende Retail en 2022, que se basa en Fermentación saludable y cosmética natural. Muchos de los productos que usan en Misha son de plantas medicinales, por lo que la cadena productiva se completa y le permite a “Praderas de Vida” tener una fuente de ingreso fija y asegurada. Además, tienen como clientes a Runaq, La Calandria, la tienda Dédalo, y suelen participar en ferias ecológicas de Lima.
Desafíos de pandemia:
Las vecinas han visto una transformación positiva en su comunidad. “Si bien nuestro jardín ya tiene varios años funcionando, fue a raíz de la pandemia que vimos la posibilidad de emprender en nuestro jardín productivo. Ahora nuestras vidas han cambiado económica y emocionalmente”, comenta doña Faviola, quien asumió el liderazgo del proyecto y siente mucho orgullo.
Por temas de pandemia, las adultas mayores fueron las más afectadas en temas económicos y por la imposibilidad de socializar por el confinamiento estricto y porque no contaban con un espacio seguro en sus hogares. Esto les permitió ser las principales impulsoras de Praderas de Vida durante esos años complicados, y lograron no solo trabajar en un espacio seguro, con personas de confianza y todos los protocolos de sanidad, sino que vieron la oportunidad de tener un soporte económico que ha ido consolidándose.
Asimismo, el asentamiento humano no cuenta con agua potable y por ende Praderas de Vida tampoco, lo que también ha sido un reto desde el inicio ya que solo contaban con cisternas. Se han inspirado con los referentes de agricultura urbana de los huertos de vecinos organizados de Villa el Salvador y Villa María del Triunfo, quienes llevan varios años cultivando con éxito.
Visión a futuro:
En Praderas de Vida, las socias, que son amas de casa, han encontrado una actividad económica que les permite generar ingresos, además de ser una motivación personal. Cultivar plantas medicinales y ser proveedoras de empresas ecoamigables les llena de orgullo, y cuando vieron la oportunidad de animarse a participar como un proyecto de innovación abierta, no dudaron en postular al Desafío KUNAN, en la categoría de Adultos Imparables que impulsa AFP Integra. Ganar les ha dado mucha más confianza para seguir
creyendo en ellas mismas y un capital para seguir desarrollando su proyecto.