Promovamos el bienestar infantil este verano: actividades físicas y deportivas para unas vacaciones saludables
Las vacaciones de verano representan una oportunidad única para que los niños realicen actividades recreativas que mejoren su salud física y emocional. Toda actividad física o deportiva debe estar complementada por una buena alimentación e hidratación.
Las vacaciones de verano son el momento ideal para que los niños se diviertan, se mantengan activos y desarrollen hábitos saludables a través de actividades físicas y deportivas. Estas prácticas son esenciales para el desarrollo físico y fomentan habilidades sociales, emocionales y cognitivas.
Importancia de la actividad física en los niños
El movimiento es vital en el crecimiento infantil. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños realicen al menos una hora de actividad física diaria, especialmente durante las vacaciones, cuando disponen de más tiempo libre. Las actividades recreativas y deportivas mejoran la salud cardiovascular, fortalecen los músculos y huesos, y contribuyen a prevenir el sobrepeso y otras enfermedades.
Para el profesor Marco Morales Bedoya, coordinador de la Escuela Profesional de Ciencias del Deporte de la Universidad César Vallejo (UCV), los beneficios de realizar actividades físicas y deportivas son innumerables para los niños y adolescentes, tanto en lo físico como en lo emocional.
“Dentro de los beneficios más importantes está la mejora de la capacidad aeróbica cardiovascular, es decir, fomenta una mejor circulación e irrigación sanguínea en su cerebro. Pero ello, debe tener una secuencia que desarrolle el proceso de enseñanza-aprendizaje, un proceso cognitivo que ayuda a desarrollar la atención, la percepción, la observación, la atención, la memoria y el lenguaje, tanto el hablado como el escrito y el corporal”, expresó.
Además de los beneficios físicos, estas actividades fortalecen la autoestima, reducen el estrés y fomentan el compañerismo. También ayudan a los niños a desarrollar la disciplina, la tolerancia y el espíritu deportivo.
Opciones para unas vacaciones activas
Algunas de las actividades que pueden realizar los niños y adolescentes durante las vacaciones de verano son deportes grupales como fútbol, voleibol y baloncesto; natación, ideal para mejorar la coordinación y resistencia; excursiones y caminatas; clases recreativas como danza, artes marciales o gimnasia; y juegos al aire libre como correr, manejar bicicleta o patinar.
“Toda actividad deportiva tiene un proceso secuencial de entrenamiento y requiere una planificación y programación. Cuando es un trabajo de aprendizaje de un deporte, la frecuencia puede ser tres veces a la semana durante una hora como mínimo. Estas deben tener una secuencia pedagógica, el conocimiento de un profesional o alguien que los acompañe y que sea una experiencia didáctica”, añadió el especialista.
Asimismo, es importante señalar que en casa también se pueden realizar actividades que conciernan movimientos articulares, locomotores y de elongación o estiramiento, siempre antecedidos de un calentamiento y complementados con una buena alimentación e hidratación.
“En el hogar también se pueden realizar actividades físicas que demanden un gasto energético, que pueden ser caminar, correr, jugar, bajar y subir las escaleras o algún tipo de actividad con el balón. Estas deben ser realizadas con regularidad y por un tiempo determinado, siempre con supervisión”, señaló el profesor Morales Bedoya.
“Estas actividades deben realizarse considerando la condición morfofuncional del niño: su peso, su talla y si ha tenido o no actividad anteriormente. Por eso, es importante que regule su peso, se alimente balanceado y coma saludable. Su alimentación debe incluir bastante proteína, poco carbohidrato, mucha verdura y fruta; consumir regularmente carne de pescado y pollo, y por lo menos una vez a la semana carne roja. También es importante el consumo diario de huevo, queso y, sobre todo, tomar mucha agua”, añadió.
Es crucial que los padres, familiares y la sociedad en general motiven a los niños a mantenerse activos durante sus tiempos libres. Aprovechar espacios como parques, polideportivos y piscinas, así como inscribirlos en cursos de verano, son formas prácticas de asegurar que los más pequeños disfruten de unas vacaciones llenas de diversión y salud.