Prostatitis: ¿tiene cura, cual es el tratamiento?
Aunque las causas varían, generalmente se trata con antibióticos, medicamentos antiinflamatorios o terapias físicas.
La prostatitis es simplemente la inflamación de la próstata. Este problema puede ser causado por varias razones: a veces, se debe a una infección bacteriana; otras veces, la causa es desconocida, y en casos más raros, la inflamación se presenta sin ninguna causa aparente (lo que se conoce como prostatitis crónica no bacteriana). En cualquiera de los casos, los síntomas son bastante molestos y pueden afectar la calidad de vida, pero no te alarmes, tiene solución.
Los síntomas que te alertan
La prostatitis no suele aparecer de forma silenciosa, es más bien como una alerta roja de tu cuerpo. Si bien los síntomas pueden variar según la causa, los más comunes incluyen:
Dolor o ardor al orinar: Este es uno de los primeros y más molestos síntomas. Puede sentirse como si la vejiga estuviera irritada, e incluso puede doler al finalizar la micción.
Necesidad frecuente de orinar: A veces, puedes sentir que tienes que ir al baño constantemente, incluso si no es mucho lo que sale. Esto puede ser muy incómodo, sobre todo por la noche, interrumpiendo el sueño.
Dolores en la parte baja del abdomen, la zona lumbar o la zona pélvica: El malestar no siempre se limita a la zona de la vejiga, a veces se puede sentir dolor en la parte baja de la espalda o en la pelvis.
Dolores durante la eyaculación: Esto puede ser especialmente desconcertante para quienes no esperan un vínculo entre una inflamación prostática y el dolor durante las relaciones sexuales.
Fiebre y escalofríos: En los casos de prostatitis bacteriana, puedes experimentar fiebre, algo que indica que hay una infección activa en tu cuerpo.
Tratamiento: La buena noticia
Aunque la prostatitis pueda sonar aterradora, la buena noticia es que existen tratamientos efectivos para aliviar los síntomas y controlar la afección. Los tratamientos dependen del tipo de prostatitis que tengas, pero la mayoría se puede manejar con éxito si se diagnostica correctamente.
Antibióticos: Si la prostatitis es causada por una infección bacteriana, los antibióticos son el tratamiento de primera línea. Sin embargo, en algunos casos de prostatitis crónica bacteriana, el tratamiento puede durar varias semanas o incluso meses.
Medicamentos antiinflamatorios: Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs) son útiles para reducir la inflamación y el dolor. Estos medicamentos pueden aliviar los síntomas mientras se trata la causa subyacente.
Terapias físicas: En los casos de prostatitis crónica no bacteriana, la fisioterapia pélvica puede ser beneficiosa. Los fisioterapeutas especializados pueden enseñarte ejercicios para aliviar el dolor y mejorar la función muscular en la zona pélvica.
Relajación y manejo del estrés: Si se cree que el estrés y la tensión muscular están contribuyendo a los síntomas, aprender a relajarse a través de la meditación o técnicas de respiración puede ser útil.
Consulta a tu médico si experimentas los síntomas descritos para un diagnóstico y tratamiento adecuado. Y recuerda: la próstata puede no ser un tema que se discuta mucho, pero ¡tú no estás solo! Cada vez más hombres se animan a hablar de estos problemas y a tomar acción para cuidar su salud.