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¿Qué es el TDAH y cómo afecta a las personas?
Detrás de este trastorno hay mucho más, afecta a millones de personas, y entenderlo mejor puede ser el primer paso para apoyarlos de manera efectiva.
¿Alguna vez te has sentido como si tu mente fuera una televisión con demasiados canales abiertos a la vez? El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) no es solo «ser hiperactivo» o «no poder concentrarse». Si alguna vez te has distraído fácilmente o no pudiste quedarte quieto más de cinco minutos, entonces quizás te interese saber un poco más sobre el TDAH. Aunque este trastorno puede sonar como un término técnico y complicado, en realidad es más común de lo que pensamos, y afecta a muchas personas, tanto niños como adultos.
¿Qué es el TDAH?
El TDAH es un trastorno neurobiológico que se caracteriza por dificultades para prestar atención, controlar impulsos y, en algunos casos, ser hiperactivo. Pero no te preocupes, no se trata solo de no poder concentrarse en clase o de no parar de moverse. El TDAH puede manifestarse de diferentes formas y en distintos grados.
En resumen, las personas con TDAH tienen un cerebro que procesa la información de una manera diferente. Esto puede generar dificultades para organizar tareas, seguir instrucciones o permanecer concentrado en una actividad durante mucho tiempo. Y sí, la falta de atención y la impulsividad son solo la punta del iceberg.
¿Cómo se manifiesta?
Aunque muchas personas piensan que el TDAH solo se trata de ser hiperactivo o tener dificultades para escuchar, la verdad es que hay tres áreas principales en las que se manifiesta:
Déficit de atención: Las personas con TDAH pueden tener dificultades para concentrarse en tareas durante mucho tiempo. Se distraen fácilmente, olvidan compromisos, o no terminan lo que empiezan (como dejar esa tarea a medio hacer o empezar 10 proyectos y no acabar ninguno).
Hiperactividad: Es el «no puedo quedarme quieto». Las personas con TDAH suelen moverse constantemente, tener inquietud, y hasta les cuesta quedarse sentados en situaciones que requieren calma, como en el trabajo o en una reunión.
Impulsividad: Este aspecto se refleja en la toma de decisiones rápidas, a veces sin pensar en las consecuencias. Puede ser desde interrumpir una conversación sin querer, hasta actuar sin considerar todos los factores, lo que a veces puede traer consecuencias inesperadas.
¿Solo los niños tienen TDAH?
No. Aunque el TDAH suele diagnosticarse en la infancia, muchas personas no descubren que lo tienen hasta la adolescencia o incluso la adultez. De hecho, muchos adultos viven con TDAH sin saberlo, lo que puede generar frustraciones en su vida profesional o personal. Así que, si alguna vez te has sentido como si tu mente estuviera en «modo multitarea constante», puede que haya algo más detrás de eso.
¿Cómo se trata el TDAH?
Aunque el TDAH no tiene cura, hay varias maneras de manejarlo y llevar una vida plena:
Terapia y técnicas de organización: Los terapeutas pueden ayudar a las personas con TDAH a desarrollar estrategias de organización y a manejar mejor su tiempo. Hay herramientas para mantener el enfoque, como el uso de listas, recordatorios, y estructuración de tareas.
Medicamentos: Los medicamentos pueden ser útiles para algunas personas con TDAH. Ayudan a mejorar la concentración y reducir la impulsividad. Pero no todos los casos requieren medicación, y siempre debe ser un profesional quien decida el tratamiento.
Apoyo emocional: Tener a alguien que te entienda, como un amigo o familiar, puede marcar una gran diferencia. El apoyo emocional es clave para que las personas con TDAH puedan sentirse aceptadas y motivadas para alcanzar sus metas.
Mitigando los mitos
Es común escuchar que las personas con TDAH «solo necesitan concentrarse más» o «deberían dejar de moverse tanto», pero la verdad es que el TDAH es un trastorno real que afecta el cerebro. No se trata de una falta de voluntad ni de un comportamiento inadecuado, sino de un procesamiento diferente de la información. Reconocerlo y entenderlo es el primer paso para crear un entorno más comprensivo y de apoyo para aquellos que lo padecen.
Tener TDAH no significa ser incapaz, ni mucho menos. Con las estrategias adecuadas, las personas con este trastorno pueden lograr grandes cosas. De hecho, muchas personas con TDAH tienen habilidades extraordinarias para pensar de manera creativa, resolver problemas de forma innovadora y ser altamente productivas cuando se encuentran en el entorno adecuado.
Si alguna vez sientes que tu mente corre a mil por hora o que las distracciones te ganan, recuerda: ¡no estás solo! Hay apoyo disponible y hay formas de gestionar esos «superpoderes» del cerebro. Y si sospechas que tienes TDAH, hablar con un profesional puede ser el primer paso para sentirte mejor y entenderte más a fondo.
Porque, al final del día, todos tenemos algo único que nos hace especiales, y el TDAH solo es una de las muchas formas en las que se manifiesta la diversidad humana.