¿Quiénes son candidatos a un bypass gástrico?
Según los últimos reportes del Ministerio de Salud, el 62% de la población peruana mayor de 15 años tiene sobrepeso u obesidad. Es decir, alrededor de 15 millones de personas corren riesgo de sufrir múltiples enfermedades asociadas al exceso de peso como: diabetes, dislipidemia, hipertensión, enfermedades coronarias, fallo hepático, apnea del sueño, reflujo, dolores articulares, ciertos tipos de cáncer, etc.
Cuando una persona con obesidad no logra perder peso, a pesar de seguir un régimen nutricional y realizar actividad física en forma regular, o además sufre problemas asociados al exceso de peso, que disminuyen su calidad de vida y limitan sus actividades sociales, personales y profesionales, es momento de pensar en un procedimiento quirúrgico para eliminar los kilos de más.
El doctor Fernando Schiaffino, cirujano general, digestivo, bariátrico y metabólico de la Clínica Ricardo Palma, explica que el bypass gástrico es una buena opción para hombres y mujeres de 18 años en adelante; ya que ayuda a perder el exceso de peso y a recuperar la salud. Además, contribuye a mantener controladas afecciones crónicas como la presión arterial o diabetes, entre otras, que pueden ocasionar consecuencias importantes en nuestro organismo, disminuyendo tanto la calidad como la expectativa de vida.
Antes de realizar el procedimiento, es fundamental que el paciente sea evaluado por un especialista, quien indicará exámenes de laboratorio, ecografía abdominal, endoscopía y riesgo quirúrgico. Además, el paciente pasará por una evaluación psicológica y nutricional, a fin de confirmar si este procedimiento es la mejor opción de tratamiento. En la actualidad, existen varias alternativas para este fin, que se eligen según las condiciones y características de cada paciente.
Por ello, es muy importante que la persona interesada converse con su médico para que despeje todas sus dudas y juntos encuentren el tratamiento idóneo para combatir la obesidad, que es considerada por la Organización Mundial de Salud como una pandemia de tipo no infeccioso.
CÓMO ES EL PROCESO
Una vez elegido el procedimiento, previo a la cirugía, el paciente debe seguir una dieta preoperatoria que varía de acuerdo al grado de obesidad que presente. La intervención dura aproximadamente 1 hora con 45 minutos, emplea anestesia general y se efectúa por vía laparoscópica (pequeñas incisiones por donde ingresa el instrumental quirúrgico). Este tipo de abordaje es más seguro y permite una rápida recuperación.
Al emplear laparoscopios de última generación, endograpadoras de uso único con disparadores automáticos con sensores de grosor del tejido, la cirugía es más eficiente y de menor riesgo. El Dr. Schiaffino destaca que es importante que el área de anestesia también cuente con tecnología avanzada para brindar mayor seguridad al paciente (videolaringoscopios, monitoreo de ondas cerebrales, cardiológico y ventilatorio), disminuyendo los efectos secundarios de los fármacos.
Luego del procedimiento el paciente permanece en una sala de recuperación durante 2 horas, donde es monitoreado en forma permanente y después es llevado a su habitación donde se aplican cuidados protocolizados para su recuperación. El 80% de los pacientes se encuentran en condiciones de ir a casa al día siguiente.
En cuanto a la alimentación, la dieta es progresiva y guiada por una nutricionista. Se inicia con la fase de líquidos, luego de papillas y picados, y poco a poco se realiza la introducción a la comida habitual. La actividad física y los ejercicios también son progresivos y prescritos durante el seguimiento médico, al igual que los suplementos nutricionales como multivitamínicos.
Todo tratamiento para el exceso de peso debe promover un estilo de vida saludable. Aquí radica la importancia de contar con un equipo multidisciplinario especializado que ayude al paciente a lograr las metas trazadas.