Regalos para mí: ¿por qué no?
- Tradicionalmente, las celebraciones de fin de año son momentos propicios para entregar regalos a nuestros seres queridos, pero también es espacio para reflexionar sobre lo que necesitamos
Preparar un regalo para una persona implica varias acciones: indagar sobre sus gustos, saber qué podría querer, investigar precios, ver lugares de venta, comprar o pedirlo por internet, envolverlo y escribir la dedicatoria. Este proceso requiere de tiempo y dedicación, si queremos dar lo mejor.
Para Tania Guimac, profesora de la Universidad de Piura, este proceso es aplicable también a cada uno de nosotros. “Si hacemos todo eso por otras personas, por qué no hacerlo por nosotros mismos”, indica.
Dedicarnos tiempo y premiarnos por los logros obtenidos del año ayudará a reformar nuestra autoestima, a sentirnos merecedores de momentos de felicidad, darnos tiempo, en igual proporción del que entregamos a otros.
“Buscamos regalos como un reloj o un celular, pero también puedes regalarte salud, bienestar, cuidado personal, estudios o experiencias, es decir, algo que no pudimos conseguir en el año”, explica Tania Guimac, directora ejecutiva de Extensión y Educación Continua de la Universidad de Piura. “Nadie mejor que cada uno de nosotros para reconocer lo que nos gustaría o necesitamos”, agrega.
Un detalle de esta naturaleza será muy beneficioso para nuestra salud, sin embargo, es importante cuidar los extremos; porque si exageramos podríamos caer en el egoísmo, lo que denotaría baja autoestima.
“Intentar cubrir necesidades con regalos y consumismo revela vacíos emocionales e implicará llenarnos de artículos que son producto de un impulso”, señala la especialista.
Para diferencia estas situaciones, Tania Guimac recomienda abordar algunas preguntas básicas como ¿realmente lo necesito?, ¿cuánto tiempo me demora conseguir esa cantidad? “Analizar las respuestas, nos permitirá reconocer si se trata de un impulso que radica en una oferta, en haberlo visto en un amigo o si se va a cubrir una necesidad real”, agrega.
Hay que recordar que el fin de año es momento para visibilizar las lecciones aprendidas como puede ser la de desterrar la idea de creer “necesitar más cosas”, y valorar que hemos dado lo mejor a las personas que se encuentran a nuestro alrededor.