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Regreso a clases: Las enfermedades más comunes en las aulas y cuándo acudir a urgencias
Las infecciones respiratorias y gastrointestinales son las enfermedades más comunes en el regreso a clases.
El regreso a clases marca el retorno a la rutina escolar, pero también representa una etapa en la que los niños están más expuestos a virus y bacterias, lo que incrementa el riesgo de enfermedades comunes en las aulas.
Durante esta época, las infecciones respiratorias como resfriados y gripes, las gastrointestinales como diarreas y vómitos, así como las enfermedades eruptivas como la varicela y la roséola, son algunas de las patologías más frecuentes. A esto se suman cuadros alérgicos estacionales y problemas respiratorios como el asma o broncoespasmo.
“La convivencia estrecha en espacios cerrados favorece el contagio de enfermedades, por lo que es fundamental fomentar hábitos de higiene como el lavado de manos frecuente, mantener las aulas bien ventiladas, mantener los esquemas de vacunación al día y es importante que los niños con síntomas de enfermedad no asistan para reducir riesgos”, explica la Dra. Andrea Zariquiey Rodríguez, médico de urgencias de la Clínica Anglo Americana.
Aunque muchos cuadros pueden manejarse de manera ambulatoria, es crucial que los padres y docentes estén atentos a los signos de alerta que indican la necesidad de asistencia médica urgente. Entre los síntomas que justifican acudir a urgencias se encuentran la dificultad para respirar, fiebre alta persistente, vómitos o diarrea con signos de deshidratación, dolor abdominal intenso, reacciones alérgicas graves o traumatismos como fracturas o heridas profundas.
“Si los síntomas son leves, como fiebre, dolor de garganta, congestión nasal o deposiciones líquidas, una consulta médica regular puede ser suficiente. Sin embargo, si hay signos de gravedad o el niño no mejora con el tratamiento habitual, no se debe dudar en acudir a urgencias”, añade la especialista.
Además de los problemas físicos, los cambios de rutina y el estrés también pueden afectar la salud emocional de los estudiantes, ocasionando ansiedad, dificultades para dormir y problemas de concentración. Para prevenir estos efectos, es importante ofrecer un entorno seguro y comprensivo tanto en casa como en la escuela, donde los niños se sientan apoyados y comprendidos.
Las instituciones educativas también juegan un papel fundamental en la prevención, promoviendo políticas de higiene, vacunación y protocolos claros para el manejo de enfermedades dentro de las aulas. Además, fomentar hábitos saludables como la actividad física y una alimentación balanceada contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico de los estudiantes.
Con medidas adecuadas de prevención, detección temprana y un manejo médico oportuno, es posible garantizar un regreso a clases seguro y saludable para los estudiantes, reduciendo el impacto de las enfermedades comunes en el entorno escolar.