Reparar y conservar: Guía rápida de mantenimiento para el hogar
El mantenimiento preventivo no solo alarga la vida de los equipos y espacios, sino que también permite ahorrar recursos a largo plazo.
Hoy en día, cada rincón del hogar puede beneficiarse del mantenimiento periódico, debido a que pequeñas acciones preventivas no solo ahorran tiempo y dinero, sino que también contribuyen a mantener los espacios seguros y funcionales. Equipos como electrodomésticos, sistemas de tuberías o incluso el mobiliario, pueden deteriorarse rápidamente si no se les brinda la atención necesaria.
“Pequeños cambios en casa pueden generar grandes transformaciones, por ello, el mantenimiento adecuado de un artefacto o la reparación de una grieta en la pared puede hacer toda la diferencia, y evitar que algo que ya tenemos pase a ser irreparable”, mencionó Vivian Suguimoto, gerenta divisional de Gasfitería, Electricidad, Cocina y Tendencias de Promart. “No solo nos ahorramos dinero, también reducimos el impacto ambiental al alargar la vida útil de nuestras cosas”, agregó.
En ese sentido, la especialista presenta una serie de consejos prácticos para aplicar en distintos espacios de la casa y así mejorar la calidad de vida en el hogar:
- Limpieza y cuidado de artefactos: los electrodomésticos son el corazón de muchas tareas diarias, pero pueden acumular grasa, polvo o cal con el uso. Es recomendable limpiar la parte externa e interna regularmente, y descalcificar los equipos que utilicen agua, como cafeteras o lavadoras, para mantenerlos en óptimo funcionamiento y evitar fallos costosos.
- Revisión de tuberías y grifos: las fugas de agua pueden pasar desapercibidas, pero generan un gran desperdicio y deterioran las estructuras del hogar. Revisar y ajustar los grifos, y verificar la presión del agua, es una acción sencilla que puede evitar problemas mayores en las cañerías.
- Mantenimiento de paredes y pintura: las paredes pueden sufrir daños debido a la humedad, el clima o el desgaste natural. Es recomendable revisar las superficies, corregir pequeñas grietas, y aplicar pintura fresca cada cierto tiempo. Esto no solo mejora el aspecto estético del hogar, sino que también lo protege de la corrosión y el deterioro.
- Cuidado de las puertas y ventanas: las bisagras y los marcos de las ventanas y puertas requieren ajustes periódicos para evitar que se desalineen o sufran daños por la humedad. Lubricar las bisagras y sellar los marcos de las ventanas para evitar filtraciones puede alargar considerablemente su vida útil.
- Cuidado de los sistemas eléctricos: los enchufes y cableados tienden a desgastarse con el uso. Es recomendable hacer una revisión periódica de los sistemas eléctricos para evitar cortocircuitos o sobrecalentamientos. Instalar protectores de sobretensión puede ser una medida preventiva que garantice la seguridad del hogar.
- Mantenimiento de pisos: los pisos, especialmente en zonas de alto tránsito como la cocina o el baño, tienden a sufrir daños con el tiempo. Limpiar los suelos con productos adecuados y reparar grietas o manchas es fundamental para mantenerlos en buen estado.
Finalmente, la especialista destaca que el mantenimiento preventivo no solo alarga la vida de los equipos y espacios, sino que también permite ahorrar recursos a largo plazo. Al cuidar lo que ya tenemos invertimos en nuestro bienestar y también en la sostenibilidad de nuestros hogares.