#RETORNOACLASES: 11 recomendaciones para el Ministerio de Educación, las DRE y las UGEL para el retorno seguro a las aulas
«Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”
En el Perú, cada estudiante de educación inicial cumple anualmente 900 horas lectivas; en primaria, las clases suman 1,100 horas al año; y un alumno peruano de secundaria dedica 1,200 horas a su formación académica. ¿Cuánto han perdido los alumnos peruanos durante dos años de educación a distancia? Si bien la educación virtual y programas como Aprendo en Casa han sido herramientas muy valiosas a lo largo de la pandemia, el retraso en el aprendizaje de los escolares peruanos es innegable. De acuerdo con la Contraloría1, el 44% de los estudiantes de secundaria de colegios estatales encuestados en todo el país consideró que Aprendo en Casa y la virtualidad resultan insuficientes para alcanzar un progreso lectivo adecuado.
Es una buena noticia que las clases presenciales estén empezando en todo el país. Sin embargo, esto no quiere decir que no existan pendientes que las autoridades, principalmente del Ministerio de Educación, la Direcciones Regionales de Educación (DRE) y las Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL), deban de tener en la mira para asegurar un retorno a clases no solamente seguro, sino que también garantice la recuperación de aprendizajes de todos los estudiantes del país.
Es necesario poner la mirada en lo pedagógico y los procesos de aprendizaje que se necesitan impulsar. Para aportar con este objetivo, y siguiendo con su compromiso para el desarrollo de un país con igualdad de oportunidades para todos, la Comunidad de Líderes de Educación de IPAE Asociación Empresarial ha elaborado estas “Recomendaciones para el Retorno a clases presenciales”. Para el caso del Ministerio de Educación:
- Reforzar la estrategia de comunicación para reconstruir la confianza. Aún existe temor e incertidumbre en padres de familia, estudiantes, docentes y personal administrativo de escuelas respecto al retorno a la presencialidad. Es importante transmitir confianza y seguridad, reforzando los mensajes sobre los beneficios de la presencialidad: mejora del aprendizaje, mayor participación de parte de los alumnos, mayor relacionamiento con compañeros de clase, ayuda a la salud mental, etc.
- Llevar a cabo una evaluación de los estudiantes para la implementación de estrategias para enfrentar la crisis de aprendizaje y las dificultades socioemocionales. Los resultados de la evaluación muestral anunciada por MINEDU, deben de servir para replantear el calendario escolar, la promoción guiada, entre otras. A su vez, se sugiere poner recursos y modelos a disposición de los docentes para que inicien, cuanto antes, procesos de evaluación a nivel de cada estudiante en las instituciones educativas.
- Brindar mayor autonomía a las instituciones educativas. Esto significa permitir que cada institución pueda establecer su modelo en función a las características de su contexto y las necesidades de su comunidad educativa, y así poder decidir las agrupaciones, los horarios y las priorizaciones necesarias. Tal como indica la #RutaPerú “Gobernanza y autonomía: La transformación del sistema educativo”, elaborada por IPAE, es indispensable lograr una descentralización efectiva, que facilite la acción de las escuelas, permita la fluidez de los procesos, y promueva la transparencia, la innovación y la autonomía.
- Priorizar el cierre de la brecha digital: a nivel de equipamiento, conectividad y competencias digitales, tanto en docentes como en estudiantes. Esto puede lograrse con el apoyo del sector privado, pues las escuelas podrían contratar el servicio de internet y este gasto podría incluirse en la asignación por mantenimiento.
- Dar continuidad a la estrategia “Aprendo en Casa”, potenciando su operatividad y contenidos para docentes, estudiantes y familias. Esta debe convertirse en una plataforma interactiva que promueva verdaderamente el aprendizaje autónomo y a distancia y permita hacer seguimiento para conocer el progreso de los estudiantes.
- Promover una campaña nacional masiva para recuperar a los estudiantes que abandonaron la escuela. Se debe promover mecanismos para promover su reinscripción. Debería involucrarse toda la comunidad, incluyendo a los compañeros y sus familias.
- Fortalecer las alianzas intersectoriales para sumar esfuerzos en el proceso de retorno, como por ejemplo con el Ministerio de Salud o con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y su Programa Aurora, quienes podrían atender situaciones de violencia familiar a través de los psicólogos desplegados en todo el territorio nacional.
Para las Direcciones Regionales de Educación y a las Unidades de Gestión Educativa Local:
- Fomentar la autonomía de las escuelas y acompañar desde las UGEL a aquellas que más lo necesitan. No es momento de fiscalizar y sancionar, sino de acompañar y apoyar el proceso de retorno.
- Identificar y compartir con la comunidad educativa buenas prácticas de la implementación de modelos híbridos, a fin de inspirar, reconocer y fomentar un efecto multiplicador. Las instancias descentralizadas pueden cumplir un rol muy importante en este punto, promoviendo redes para el intercambio de buenas prácticas.
- Identificar las necesidades de capacitación que existen a nivel de las escuelas. Las UGEL y las DRE deben implementar programas de capacitación alineados a los requerimientos de sus jurisdicciones y promover alianzas en el territorio nacional para atender la brecha de conectividad.
- Evitar la saturación con documentación y tareas académico-administrativas. Las instituciones educativas necesitan apoyo para no desperdiciar tiempo valioso en tareas administrativas y barreras burocráticas.
Cabe indicar que estas propuestas se enmarcan en el pilar de Educación de Calidad, que la institución viene promoviendo con el objetivo de transformar la educación para lograr un Perú desarrollado.