Tratemos a los niños con cuidado, están lleno de sueños
Por: Claudio Valerio
La perinola es un pequeño trompo, que tiene una forma de prisma, provisto de un pivote con el que se la hace girar con los dedos. Es un cuerpo hexagonal, de caras planas y de pequeño tamaño, en el que cada una lleva grabadas las reglas del juego.
Al hacerlo girar y, posteriormente, al detenerse, lo hará exhibiendo una de las caras con la inscripción que tocó en suerte; por lo que se utiliza para jugar y, también, para hacer apuestas.
La palabra perinola surgió a partir de “pirn”, una imitación/sonido que alude al giro de algo. Se llama perinola o pirinola indistintamente al trompo de material duro, que suele tener forma de prisma, y con distintas escrituras en sus contornos.
Las reglas del juego de la perinola, inscriptas en sí mismo, consisten en los siguientes mandatos que en ellas se puede leer “Toma uno”, “Toma dos”, “Toma todo”, “Pon uno”, “Pon dos” o “Todos ponen” (o expresiones similares).
Para jugarlo, los jugadores reciben la misma cantidad de monedas, o fichas, con lo que forman el pozo inicial y, en cada partida, cada uno irá apostando (aportando) una ficha. Ganará el jugador que haya obtenido toda la cantidad apostada, o bien la mayor cantidad, y el perdedor será el jugador será quien pierda todas sus fichas, o su material de apuesta, o que se retire.
Pero a los ámbitos la vida se los puede comparar con el giro de una perinola… A veces te lo da, a veces te lo quita; en otras te sube o te baja, o te pone o bien te saca; en sí, a veces se da, a veces se toma.
Quizás para nosotros el mundo se paralice con el giro del trompo, expectantes del resultado de ese movimiento del azar, como si de eso dependiese un cambio en nuestro universo… ¡Tomo todo! Bueno, tal vez no tanto; tomo uno, o tomo dos; como si nuestro destino se jugase a la perinola en el que, venturosamente y dependiendo de cuánto se pone o cuánto se saca, será el camino por recorrer. ¿Cuántas serán las veces y en qué momentos haremos girar perinola?
Personas que, si bien no son de caras planas y uniformes, varias son las que poseen. Son aquellas que, sin darnos cuenta, se aprovechan de nosotros sea por contactos o bien por conocimientos, las que sin límites abusan de nuestra generosidad; las que pocas veces vemos y sólo se contactan cuando tienen necesidad de algo; las que jamás son agradecidas por el tiempo, nuestro tiempo, dispensado a ellas para hacerles una recomendación o bien darles un consejo… Personas que, en prácticamente todo el tiempo, toman todo.
En esos momentos de sorpresa o de llegada de algo inesperado, claramente se lo puede atribuir al predominio del azar en ese giro de esta especie de trompo.
Como la perinola, la vida gira, por lo que la persona no puede quedarse quieta, precisa evolucionar; porque, si no lo hace, cada vez se estanca más y, con ello, tiende a perecer.
Que la perinola, además de ser un juego tradicional para promover la convivencia familiar, nos sirva para aprender sobre las emociones, que nos permita modificar vínculos, utilizarlo como medio de expresión afectiva y, también, para la solución de posibles conflictos de convivencia.
Desde la ciudad de Campana, Buenos Aires, envío un abrazo y mi deseo que Dios te Bendiga y prospere en todo lo que emprendas; y derrame sobre ti Salud, Paz, Amor y mucha Prosperidad.
© Valerius