Tres claves para prevenir el cáncer de pulmón
Un aspecto crucial para mejorar las tasas de diagnóstico temprano del cáncer de pulmón es comprender los factores de riesgo.
Con alrededor de 100,000 diagnósticos y 90,000 muertes anuales en Latinoamérica, el cáncer de pulmón es la principal causa de incidencia y mortalidad por cáncer en la región. En Perú, cada año se reportan 2.919 nuevos casos, según Globocan. Este cáncer está caracterizado por el crecimiento descontrolado de células anormales en los pulmones, cuyas células pueden formar tumores que se diseminan a otras partes del cuerpo, afectando la función pulmonar y otras funciones vitales. Este panorama pone en evidencia la urgente necesidad de fomentar la concientización para su prevención, detección temprana y tratamiento oportuno. A continuación, algunos datos claves para prevenirlo.
Realizarse chequeos oncológicos periódicos es fundamental para obtener un diagnóstico temprano
De acuerdo con la Doctora Ana María Bravo, directora de Asuntos Médicos para Johnson & Johnson Innovative Medicine en Latinoamérica Norte, uno de los principales retos en el control del cáncer de pulmón es obtener un diagnóstico de manera oportuna. “Este tipo de cáncer rara vez presenta síntomas en etapas iniciales. Estos suelen manifestarse cuando la enfermedad ya está avanzada y pueden pasar desapercibidos por el paciente, una tos reciente que no desaparece, dificultad para respirar, dolor en el pecho, pérdida de peso sin causa aparente, dolor en los huesos y dolor de cabeza pueden confundirse con otro tipo de enfermedades”.
La educación y concientización sobre la enfermedad son aspectos prioritarios para poder tratarla de manera adecuada. Por ello, Bravo menciona lo siguiente: “Lograr el diagnóstico del cáncer de pulmón en estadios iniciales mejora los desenlaces clínicos y optimiza los recursos disponibles. No obstante, los mitos y conceptos erróneos sobre este pueden generar miedo y confusión, dificultando la prevención y el tratamiento adecuado. Para tomarle la delantera al cáncer, es crucial fomentar una comprensión clara y precisa de los factores de riesgo, síntomas y métodos de detección para derribar las barreras del miedo y la desinformación que a menudo impiden que las personas busquen atención médica a tiempo”.
Las pruebas de descarte correctas son tan importantes como los chequeos preventivos
Dado el amplio espectro de factores de riesgo del cáncer de pulmón, es fundamental realizarse las pruebas diagnósticas correctas para recibir el tratamiento adecuado y mejorar la supervivencia. La identificación temprana a través de un diagnóstico preciso permite acceder a tratamientos más efectivos, incrementando significativamente las posibilidades de supervivencia y calidad de vida. Algunos estudios indican que si se consigue un diagnóstico oportuno en fases iniciales (I y II) puede tratarse con cirugía o radioterapia consiguiendo tasas de curación por encima del 90%.
Esto se hace aún más relevante considerando que hay diferentes variaciones de este tipo de cáncer. Uno de ellos es el cáncer de pulmón de células no pequeñas, o también conocido como cáncer no microcítico, que es el más común. De hecho, entre el 80% y el 85% de los cánceres de pulmón son de este tipo. Así mismo, esta enfermedad se divide en tres subtipos: el adenocarcinoma (un tipo de cáncer más común en mujeres y personas jóvenes al estar más frecuentemente vinculados a alteraciones genéticas) que se encuentra en las partes externas del pulmón y con mayores posibilidades de ser identificado antes de que se haya propagado ; el carcinoma de células escamosas, que se origina principalmente en las vías respiratorias de los pulmones y el carcinoma de células grandes, que, aunque es el menos frecuente, puede aparecer en cualquier parte del pulmón, crecer y propagarse.
Dentro de esta misma clasificación también existen algunas mutaciones genéticas poco frecuentes, que están asociadas con mayor agresividad del tumor, peor pronóstico para el paciente y resistencia al tratamiento. Un ejemplo es la inserción del exón 20 presente entre el 1-10% de los casos.
Por otro lado, está el cáncer de pulmón de células pequeñas (microcítico) que es poco común en personas que nunca han fumado. Alrededor del 10% al 15% de todos los cánceres de pulmón son de esta variedad. Este suele crecer y propagarse más rápido que el cáncer de pulmón de células no pequeñas, por lo que, en la mayoría de los casos, en el momento del diagnóstico, ya se ha propagado más allá de los pulmones.
Exponerse al humo de segunda mano también es un factor de riesgo. Un aspecto crucial para mejorar las tasas de diagnóstico temprano del cáncer de pulmón es comprender los factores de riesgo asociados con su desarrollo. Aunque entre el 80% y el 90% de los casos se presentan en fumadores, existe múltiples factores adicionales que también juegan un papel importante. Por ejemplo, las personas que no fuman, pero están expuestas al humo de tabaco ambiental, contaminantes industriales, y sustancias tóxicas como el asbesto y el arsénico también enfrentan un riesgo elevado