Según la OMS, en la actualidad, más de 55 millones de personas tienen demencia, siendo el Alzheimer el tipo más común, presentándose entre un 60% y 70% de los casos. Esta enfermedad —que no tiene cura— no solo se caracteriza por la pérdida de memoria, también afecta la capacidad de concentración y aprendizaje, generando a su vez dificultades en el lenguaje, desorientación en el tiempo y espacio, entre otros efectos.
Si bien la mayoría de los pacientes se diagnostican con pruebas de memoria y cambios en el comportamiento, hoy en día, este mal solo puede ser confirmado tras el deceso del paciente, gracias a un examen del tejido cerebral. Sin embargo, investigaciones señalan que, en el futuro, se podría lograr identificar esta patología mediante exámenes visuales.
«En algunos estudios estadounidenses, se ha comenzado a observar el aumento la proteína filamentosa o beta-amiloide en una parte del ojo llamada vítreo; y, se ha concluido que un incremento en esta sustancia guarda una relación directa con el grado de Alzheimer que se padece”, señala el Dr. Gerardo Arana, especialista de la Oftálmica Clínica de la Visión, institución que supera los estándares de calidad al contar con niveles de satisfacción muy superiores a los de otras clínicas.
Pero, para hacer este tipo de diagnóstico, el método resulta muy costoso, por lo que el nuevo reto es investigar un líquido transparente que se encuentra al interior del ojo, conocido como humor acuoso. Más adelante, incluso, se espera poder hallar este tipo de proteínas en las lágrimas, lo que haría más sencillo diagnosticar el Alzheimer.
“Otras investigaciones indican que, en el Alzheimer, hay una reducción de la cantidad de vasos sanguíneos en determinados tejidos, entre ellos, la retina. El problema es que esa reducción de vasos también está asociada a otras patologías como diabetes, hipertensión, maculopatía relacionada a la edad, etc.”, añade el médico oftalmólogo.
¿La pérdida de la visión contribuiría al Alzheimer o viceversa?
Ciertos estudios han asociado la disminución de la agudeza visual —que es ocasionada por problemas que afectan a los adultos mayores como degeneración macular, el glaucoma y las cataratas— a un riesgo elevado de demencia. Sin embargo, aún no se puede asegurar si la pérdida de la visión es la causante de enfermedades como el Alzheimer o viceversa; pero, es probable que un deterioro en la vista contribuya a la depresión y al aislamiento social, lo que afecte la cognición.
Por ello, con el fin de prevenir el riesgo de pérdida de visión, el especialista de Oftálmica Clínica de la Visión recomienda exámenes oculares anuales a las personas mayores de 50 años.
Otras enfermedades también podrían verse a través de los ojos
Enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos, como la hipertensión arterial y la diabetes, también pueden ser detectadas a través de pruebas visuales rápidas y comunes. Además, algunas metástasis de tumores — en el caso del cáncer de mama, ovario, próstata, hígado o melanoma— también pueden ser observables mediante estos exámenes.