Várices, una enfermedad que puede complicarse con la ola de calor
Durante el verano, las personas con várices pueden sufrir serias complicaciones con su salud; ya que el incremento de temperatura produce un fenómeno de vasodilatación o aumento del calibre de las venas de las piernas, condición que empeora los trastornos vinculados al retorno venoso, explica el doctor Giafar Abuhadba, cirujano vascular, endovascular y angiólogo de la Clínica Ricardo Palma.
Las várices son venas hinchadas por la acumulación anormal de sangre en las piernas. Esta insuficiencia venosa puede resultar muy incómoda en los meses de calor, por lo que es importante tomar una serie de medidas para evitar que el cuadro se agrave. Por ejemplo, realizar ejercicios cardiovasculares con regularidad, mantener un peso adecuado, usar medias elásticas de compresión si se está mucho tiempo sentado o parado, utilizar calzado cómodo y evitar ropa ceñida
El especialista también aconseja no exponerse largas horas al sol, sobre todo, en horas en las que hace más calor, darse duchas frías en las piernas y aplicarse geles de efecto frío con masajes suaves desde las pantorrillas hacia arriba, caminar en la playa y meterse al mar para aliviar la sensación de piernas cansadas, tumbarse en la cama y elevar las piernas por encima de la altura del corazón e hidratar diariamente la piel.
¿Cómo se tratan?
Existen diversos tratamientos para las várices. Cuando el cuadro es leve y asintomático se sugiere hacer ejercicios con regularidad, controlar el peso y usar medias de comprensión. Cuando hay síntomas, se prescribe el uso de flebotónicos. En grado moderado, se recomienda flebonóticos, probablemente una cirugía y medias de comprensión; y cuando es severo, la única opción es la quirúrgica.
Pesadez, edema en los tobillos, cansancio, piernas adoloridas al final del día y calambres son algunos de los síntomas más frecuentes de esta enfermedad. Si presenta estos signos acuda al especialista, de inmediato. No espere a que su cuadro se agrave para empezar un tratamiento. Para prevenirlas se recomienda combatir el sedentarismo, evitar el sobrepeso y obesidad y no permanecer mucho tiempo sentado y parado.